Etnia Mayo y sus tradicionales tapancos de Día de Muertos

Con la instalación de los tapancos en las iglesias y patios de sus casas, integrantes de la etnia Yoreme-Mayo iniciaron los rituales y preparativos para el Día de Muertos.
Fotos: Cortesía.

Como lo marca la cultura Mayo, cada 24 de octubre los integrantes de la etnia indígena inician los ritos de celebración del Día de Muertos con el llamado "novenario" e instalación de tapancos en el patio de sus casas, una tradición que data de más 600 años.

El promotor cultural de la etnia Mayo, Abel Alfredo Ramírez Torres, señaló que la costumbre y tradición se viven en los domicilios particulares de las viviendas yoremes, en donde se construye el tapanco que es la mesa del muerto. 

"Este se coloca de preferencia hacía la salida del sol, con el frente a donde el sol se oculta, y se elabora de cuatro horcones pequeños, de preferencia de mezquite, con un entarimado de carrizo o alguna vara propia de la región, este debe medir aproximadamente de 1.70 a 1.80 centímetros de altura y entre 1.5 x 2 de ancho, colocando la cruz de la casa en medio", explicó. 

Ramírez Torres detalló que la cosmovisión del Yoreme-Mayo dice que se debe de poner alto porque los muertos vienen de arriba y no tocan el suelo. 

"Hay quienes les tienden manteles y sobre estos colocan todo lo que al muerto le gustaba en vida; como pan, plátanos, manzanas, cañas, naranjas, tortillas, tamales de carne, elote o fríjol, entre otras cosas", comentó. 

El integrante de la etnia Mayo destacó que el 1 de noviembre, durante el día, las familias yoremes surten de ofrendas los Tapancos

"Los fiesteros tradicionales por la noche inician los rituales con rezos y alabanzas, con maistros y cantoras celebrando así la víspera del Día de Muertos, quemando cohetes de luces a colores y otros tronadores, anunciando así el día de los fieles difuntos", aseveró. 

Asimismo, reveló que mientras tanto en el panteón se ve todo iluminado con las veladoras encendidas de los familiares de los difuntos. La velada de la víspera es aproximadamente desde las 18:00 a las 00:00, aunque hay quienes se amanecen hasta otro día.

"Algunas personas acostumbran a poner ofrendas en las tumbas de sus familiares. Los fiesteros pasan por la noche del día primero para recogerlo y recoger limosna; el día dos, por la mañana los fiesteros acompañados por los maistros, cantoras y diferentes personas de la comunidad sacan la mesa forrada de negro en la que rezaron el novenario, se dirigen al panteón donde se encuentra la cruz del perdón para rezar, llevando también una gran cantidad de ofrendas. Al llegar colocan la mesa frente a la cruz, tienden unos petates en el suelo y vacían las ofrendas, muchas personas que ponen el tapanco toman la mitad de las ofrendas de sus casas y las entregan en la cruz del perdón", aseguró. 

Por último, expresó que las ofrendas son para los difuntos que no tienen familiares o para los que no le ponen tapanco, mientras que las personas que no traen ofrendas depositan dinero en la mesa negra a cambio de esta.

"Cuando el rezo ya ha terminado las ofrendas son repartidas entre maistros y cantoras, para después dirigirse de nuevo a la iglesia donde se hace un rezo y los fiesteros llevan a cabo su ceremonia solemne tradicional, con la cual finaliza la celebración del día de muertos", culminó.