¿San Carlos sería un "Pueblo Mágico"? Está lleno de fugas e irregularidades

La promesa del Ayuntamiento de Guaymas de poner orden en la Playa San Francisco de San Carlos al término del mes de octubre no se cumplió.
Foto: Claudia Alejandri / Expreso.

GUAYMAS, SON.- La promesa del Ayuntamiento de Guaymas de poner orden en la Playa San Francisco de San Carlos al término del mes de octubre no se cumplió, y el domingo 31, los vendedores ambulantes que se instalan en la zona trabajaban de manera habitual.

Durante la semana anterior, la coordinación municipal de Vendedores Ambulantes anunció que estaban en el proceso de análisis de cada uno de los casos y que, con seguridad, tanto los vendedores de alimentos como los que rentan carpas serían reubicados a otras áreas.

Durante los últimos tres años, la Secretaría del Ayuntamiento expidió permisos a vendedores informales que se colocaron sobre el bulevar Manlio Fabio Beltrones, mismos que independientemente de afectar la imagen urbana, están situados en puntos inapropiados, con riesgo potencial para la circulación.

Cada vez que el comisario de San Carlos, Enrique Gámez Pérez, veía puestos nuevos, insistía en que se regularizara esa situación y que le permitieran a la comisaría retomar la facultad de expedir esos permisos (de acuerdo con las necesidades del pueblo), pero no podía, ya que la ex alcaldesa Sara Valle Dessens continuó con la política de su antecesor Lorenzo de Cima Dworak (2015-2018), quien quitó a San Carlos la facultad de expedir permisos y hacer los cobros correspondientes, a fin de que todo se tramitara por medio de la Secretaría del Ayuntamiento, en Palacio Municipal de Guaymas, y el entonces comisario Rubén Pinto se quejó de no tener el poder de nada y terminó renunciando.

Mientras, los comerciantes de la playa San Francisco argumentan que tienen derecho a trabajar, y que si quieren reubicarlos deben ser parejos con todos, y relataron que en una ocasión los cambiaron de lugar porque “se miraban feos los puestos”, pero después vieron como empezaron a llegar otros vendedores y consideraron ese hecho injusto, por lo que se regresaron al lugar sin ser molestados por las autoridades, hasta que entró el gobierno que encabeza Karla Córdova González.

Por otra parte, hace más de un mes que en el estacionamiento de dicha playa hay una fuerte fuga de aguas residuales que no ha sido reparada, y frecuentemente le aplican cloro para que no huela tan mal y no ahuyente a los turistas, que llegan sin saber que se trata de un foco de infección.

Ante la falta de un comunicado público para los vendedores, los visitantes y la comunidad de San Carlos, se han difundido especulaciones, como que el propietario del terreno “trozó una tubería” para que se derramara drenaje cerca de la playa y poder “correrlos” de los puntos de venta, o que el miércoles 3 de noviembre irá a cercar esa playa sin posibilidad de que entren ni los vendedores ni los visitantes.

Como se ha informado en ocasiones anteriores, San Carlos carece de inspectores de planta para las áreas de Control Urbano, Vendedores Ambulantes, Ecología y tampoco se asignan trabajadores de Servicios Públicos (aunque según la nómina hay una decena de personas encargadas y cobrando), y solo se cuenta con los elementos de la Policía Municipal, que no son suficientes para atender la seguridad, el tránsito y asuntos que corresponden a otras dependencias del Ayuntamiento de Guaymas.

Entre 2017 y 2018 se impulsó una iniciativa para que San Carlos fuera declarado “Pueblo Mágico” (en la misma convocatoria participaron otros lugares del estado como Cananea y Cócorit) y aunque el plan no se autorizó, en este se resaltaba la importancia de generar y mantener cambios positivos en el paisaje urbano, a fin de que este fuera atractivo para residentes y visitantes, pero con la permisividad de las autoridades para la expedición de permisos de venta y construcción, el destino turístico cada vez se encuentra más alejado de aquella idea.