Vienen fuertes cambios

Nadie puede negar el éxito del Tratado de Libre Comercio a lo largo de 22 años de ejercicio.

En 1994 México exportaba a Estados Unidos y Canadá productos por un valor de 53,138 millones de dólares y para el 2015 la cantidad se elevó a los 319,333 millones de dólares.

Es decir las ventas al exterior a esos países crecieron seis veces mientras que las importaciones que eran deficitarias pasaron de los 56,445 millones de dólares a los 196,750 millones de dólares.

Aumentaron menos de cuatro veces lo que permitió que México registrar un superávit comercial con Estados Unidos y Canadá superior a los 100 mil millones de dólares. Sin embargo, en la balanza comercial global el año pasado se registró un déficit de 15 mil millones de dólares.

Si a las exportaciones a Norteamérica agregamos las remeses de paisanos y el mercado ilegal de drogas y otros productos, tenemos entonces una situación privilegiada con nuestros vecinos.

Por algo el señor Donald Trump y sus secuaces están tan molestos. Si hubiera ocurrido lo contrario, es decir que México fuera deficitario con Norteamérica, pues de seguro que de tiempo atrás nuestros productores, partidos y gobernantes, habrían pedido la revisión del TLC.

Pero no todo es perfecto, en las dos décadas del TLC o Nafta se cometieron muchos errores, el primero fue dar excesiva prioridad a la relación económica y comercial con el gigante del norte.

Algunos presidentes mexicanos y grupos empresariales intentaron con escaso éxito abrir mercados en los países de Asia y Europa. La realidad es que el 83 por ciento de los productos que exportamos van a nuestros socios del norte y peor todavía el 81 por ciento corresponde a Estados Unidos y solo el 2 por ciento a Canadá.

En pocas palabras la dependencia de México con Norteamérica es brutal, nos tienen agarrados de donde usted ya se imaginó.

No por nada tras el triunfo del republicano la paridad peso-dólar se fue al cielo al tiempo que la bolsa mexicana registró en noviembre la peor caída en muchos años. En contraste los mercados en Nueva York alcanzaron records históricos por la sencilla razón de que ven en Trump a un aliado de los empresarios lo que no ocurrió en los ochos años de Barack Obama.

Para México será un gran reto ubicarse pronto en el nuevo contexto y trabajar en soluciones inteligentes y de largo plazo. Para empezar, hay que entender que Trump está respondiendo a una realidad que viven los norteamericanos: escasez de empleos remunerados y de oportunidades cuando ese país había sido por décadas ejemplo mundial en tales áreas.

El presidente electo designó ayer a Wilbur Ross como su secretario de Comercio, un multimillonario de 79 años quien ha sido acérrimo enemigo del TLC y quien confirmó que el tratado necesita ser arreglado.

No obstante Ross fue moderado al hablar de arreglos y no de desaparecer el tratado comercial como en algún momento se divulgó. “Pero no se va arreglar haciendo explotar. México no va a desaparecer, Canadá ciertamente no va a desaparecer”, sostuvo el veterano empresario.

Llama la atención que Trump esté designando a colaboradores de edad tan avanzada. El próximo 20 de enero se convertirá a sus 70 años en el presidente norteamericano de mayor edad en un primer periodo, el récord lo tenía Ronald Reagan quien asumió el poder en 1980 a los 69 años.

De vuelta al TLC el gobierno y los empresarios mexicanos están obligados a diversificar la cartera de socios como ocurrió en las importaciones donde Estados Unidos representa menos del 50 por ciento con 186 mil millones de dólares anuales.

Le siguen en volumen China, Japón, Corea, Alemania, Italia y España. ¿Se podrá lograr una diversificación similar en las exportaciones?

También explorar fórmulas novedosas, Arizona y Sonora anunciaron una inversión por 700 millones de dólares en una planta de autos eléctricos que se instalará en Casa Grande, Arizona, pero sus principales proveedores serán empresas sonorenses, es decir se creará riqueza y empleos en ambas fronteras.

El cambio está aquí y lejos de lamentarnos y culpar de todo a Trump, habrá que ponernos a trabajar y sacar adelante este nuevo reto. Sin duda México es mucho más que un presidente que durará cuatro u ocho años en el poder.

Apunte final
Con el anuncio de Lucid Motors, sigue la buena racha para la economía regional. Sonora sumó al mes de octubre 31 mil nuevos empleos gracias a inversiones por 360 millones de dólares en empresas de reciente creación y en crecimiento de las ya existentes. Enhorabuena.

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