Saldo rojo del Izaguirre Ranch Tour

"Saldo rojo del Izaguirre Ranch Tour", escribe Carlos Marín en #ElAsaltoalaRazón

La presidenta Sheinbaum y el fiscal Gertz querían que los medios legitimaran su negación del “campo de exterminio” en Jalisco y lo que provocaron fue la confirmación de la sospecha.

Para colmo y peor, con el agravante del maltrato a las Madres Buscadoras que con justa razón les echan en cara la alteración de la escena del crimen, como si hubieran escondido la basura debajo de la alfombra, sobre todo aquella con que pretendieron “borrar” un comunicado de la Fiscalía estatal admitiendo las horadaciones rudimentarias en el suelo para la incineración de cadáveres y restos humanos.

El dato esencial del comunicado incriminador ya había salido en los medios, pero me lo recordó Alejandro Domínguez en su noticiario del viernes. Hasta entonces parecía un dato más entre informaciones confusas, pero en el contexto de la imprudente visita tumultuaria rescatarlo adquiere una fuerza sustantiva.

Tanto la Presidenta como el Fiscal General evitan hablar de incineración o quema de cadáveres y de los hallazgos de restos óseos calcinados porque la frase campo de exterminio se asocia al holocausto y a los hornos de Hitler.

Lo niegan basados en que no se ha demostrado técnicamente (por el momento) la existencia de rastros de incineración de cadáveres. Se esmeran y se afanan en negarlo porque así disocian el hecho de lo cometido por la Alemania nazi (o por Guerreros Unidos en el basurero de Cocula).

Un comunicado de la Fiscalía de Jalisco habla del hallazgo de restos óseos calcinados recuperados en zanjas, debajo de losas de ladrillos y tierra (hornos rústicos, artesanales).

En un boletín posterior, la misma Fiscalía intentó retractarse sutilmente (se infiere que después de un jalón de orejas): “También se constató que no existen estructuras que fungieran como hornos…”.

Pues no, porque no había cabinas de cremación, hornos gigantes ni estufas de microondas, sino excavaciones, zanjas, pozos acondicionados con losas de ladrillos donde ponían al fuego cadáveres y restos humanos.

Hornos rudimentarios pues.

“Hasta el momento se han detectado seis lotes óseos en cuatro espacios en el predio, ubicado en el Municipio de Teuchitlán, a 57.9 kilómetros del centro de Guadalajara”, informó entonces y el 9 de marzo aseguró que en ese lugar se quemaban restos óseos que eran cubiertos con una losa y una capa de tierra para que siguieran ardiendo: “Al procesar estos nuevos indicios, la Vicefiscalía en Personas Desaparecidas detectó una modalidad que no había sido utilizada por el grupo criminal: además de calcinar los restos, estos fueron ocultados bajo una losa de ladrillo y una capa de tierra…”.

Si esto no es Ayotzinapa donde hasta hoy la Fiscalía de Gertz no ha traído a juicio al "Pajarraco" y a la "Rana", partícipes de los hechos que confirman la tesis del basurero de Cocula, aquí debe buscar y recabar todos los testimonios que los medios han hecho públicos, aunque confirmen el campo de exterminio y la incineración de cadáveres en el Auschwitz del Izaguirre Ranch…

Carlos Marín

cmarin@milenio.com