Uso electoral de la santa muerte

"Uso electoral de la santa muerte", escribe Carlos Marín en #ElAsaltoalaRazón

El martes publiqué aquí que la promoción que el oficialismo hace de las playeras con la imagen de la santa muerte y la leyenda “Un verdadero hombre nunca habla mal de López Obrador” era una “pendejada”.

Ahora pienso que es una deliberada perversidad en busca de votos de la delincuencia. Por eso la mentirosa vocera del vocero de Palacio dijo el miércoles que todo el escándalo ha sido “por un meme” y su jefe de jefes afirmó que sólo es una expresión de “la libertad religiosa”, no obstante que el culto idolátrico a lo que los criminales veneran como patrona no es reconocido por la Secretaría de Gobernación, que le retiró en 2005 el registro que le había otorgado en 2003 como supuesta “agrupación religiosa”.

Su adopción por Morena con el machista y sobre todo intimidante mensaje (verbal y gráfico: con el índice en la boca entreabierta de la calavera conminando al silencio) empata con la discusión y aprobación de la abusiva Ley de Amnistía que le otorga al Presidente facultades de Ministerio Público y juez para excarcelar a quien se le dé la gana.

Una promesa de López Obrador fue amnistiar a encarcelados acusados de cometer delitos contra la salud y en diciembre de 2017, durante un mitin en Guerrero, declaró:

“Vamos a hacer todo lo que se pueda para que logremos la paz en el país. Que no haya violencia. Si es necesario, vamos a convocar a un diálogo para que se otorgue amnistía, siempre y cuando se cuente con el apoyo de las víctimas, los familiares de las víctimas. No descartamos el perdón”, dijo (aunque perdón no es olvido).

Y el mismo mensaje lo repitió en una de sus visitas a Baridaguato, Sinaloa, cuna de Joaquín “el Chapo” Guzmán.

En las elecciones de 2021, en varios estados del Pacífico donde el Cártel de Sinaloa tiene arraigada presencia, varios aspirantes de la oposición fueron levantados y desaparecidos y Morena se alzó con los triunfos. Pero, ¿qué tan apetecibles pueden ser los criminales para efectos electorales?

En septiembre del año pasado, El País dio cuenta que la revista Science calculaba en aproximadamente 175 mil el número de integrantes activos de los grupos delincuenciales (más personal que el de empresas como Oxxo o Pemex).

Lantia Intelligence estima una cantidad semejante.

Con su propia metodología y dividiendo las organizaciones criminales en tres categorías, la consultora en seguridad que dirige Eduardo Guerrero Gutiérrez estima entre 160 y 185 mil el número de narcoempleados de: dos grandes cárteles, el de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación; 74 mafias regionales (como la Nueva Familia Michoacana, Los Zetas vieja escuela, el Cártel del Noreste, la Unión Tepito, Guerreros Unidos, Los Tlacos, Los Ardillos…) y 407 bandas delictivas de menor alcance.

Y considerando el efecto multiplicador de las narcofamilias y las víctimas de extorsión susceptibles de ser presionadas (“plata o plomo”), aventuro que, con el mañoso mensaje de la emblemática Santa Muerte Morena busca atraer el voto de quizá medio millón de “feligreses…”.