La crisis que viene en migración ilegal

"La crisis que viene en migración ilegal", escribe Marco A. Paz Pellat en #ElPoderdelasIdeas

La migración hacia Estados Unidos, impulsada por factores económicos, sociales y de seguridad, ha convertido a Sonora en un punto crítico debido a su ubicación fronteriza. Políticas restrictivas y amenazas de Donald Trump, como el cierre de fronteras y la construcción de un muro, han exacerbado esta situación, intensificando los retos para la región.

En 2023, el Departamento de Seguridad Nacional reportó más de 2.5 millones de detenciones en la frontera sur, con una alta proporción de mexicanos y centroamericanos.

Sonora es un punto clave de tránsito, destacándose ciudades como Nogales, Agua Prieta y San Luis Río Colorado como principales corredores migratorios. En particular, Sonora registró alrededor de 400 mil intentos de cruce irregular en 2023, según datos de la Patrulla Fronteriza, consolidándose como uno de los estados con mayor actividad migratoria en el país. Esta cifra representa un aumento de 25% respecto al año anterior, lo que refleja la creciente presión migratoria en la región.

La crisis migratoria que se avecina podría generar varios impactos negativos para Sonora:

-Económico: Las exportaciones de Sonora, que alcanzaron 19 mil millones de dólares en 2023, dependen 80% del mercado estadounidense. El endurecimiento de los controles fronterizos amenaza sectores clave como agricultura, manufactura y minería, provocando pérdidas millonarias. Los cruces de carga en Nogales y San Luis Río Colorado sufrieron importantes retrasos, afectando cadenas de suministro regionales.

-Seguridad: Las restricciones han generado concentraciones de migrantes en condiciones precarias, alimentando el tráfico de personas. En Nogales, los delitos asociados a esta actividad aumentaron 30% en 2023. Además, las comunidades fronterizas enfrentan mayores riesgos de violencia y sobrecarga en servicios locales.

-Social: El discurso antimigrante ha estigmatizado a los migrantes, intensificando tensiones en la región. Albergues sonorenses, que atendieron a más de 50 mil migrantes el año pasado, operan más allá de su capacidad, dejando a muchos expuestos a condiciones insalubres y peligrosas.

La Comar asignó 300 millones de pesos para albergues en estados fronterizos, incluyendo Sonora. A nivel estatal, se destinaron 150 millones para infraestructura y servicios en albergues. Programas como "Jóvenes Construyendo el Futuro" y "Sembrando Vida" buscan generar empleo temporal y desarrollo económico en zonas de alta migración. Mientras tanto, el INM y la Guardia Nacional han reforzado operativos para garantizar una migración ordenada y segura.

Las amenazas de Trump agravan la situación económica y social de Sonora, poniendo en jaque su estabilidad comercial, seguridad y bienestar social. La región enfrenta el reto de equilibrar la atención humanitaria con la mitigación de los impactos restrictivos.

¿Podrá la administración federal implementar una política binacional efectiva que respete los derechos humanos, promueva el desarrollo económico y atienda las raíces de esta crisis migratoria?