Biden en el AIFA, una apuesta perdida
"Biden en el AIFA, una apuesta perdida", escribe Joaquín López-Dóriga en #EnPrivado
Es ir contra todos los que piensen diferente.
Florestán
El 13 de diciembre, publiqué aquí: El Air Force One de Joe Biden llegará el próximo día 9 a lo que fue el hangar presidencial en el que han sido recibidos todos sus antecesores, no al Felipe Ángeles. El Servicio Secreto (SS) no cambia destinos estratégicos por motivos políticos.
Y no es que tuviera información privilegiada, pero sí el privilegio del conocimiento que dan los años de haber cubierto visitas de presidentes de Estados Unidos a la Ciudad de México, desde James Carter, con José López Portillo, el 14 de febrero de 1977, hasta Barack Obama, el 2 de mayo de 2013.
Por eso tenía claro que el SS, que es quien toma esas decisiones, no modifica sus esquemas logísticos más que por razones de seguridad y ya tenía tomada la decisión de que el Air Force One aterrizara donde siempre: en el hangar presidencial.
Dos semanas después, el 28 de diciembre, López Obrador se subió al tema: "Ya está garantizado que el primer ministro Trudeau va a bajar en el aeropuerto Felipe Ángeles. Y hoy nos dicen del presidente Biden. Yo estoy haciendo la recomendación. No es un asunto de logística, es un asunto político. Esto a lo mejor no lo sabe el presidente Biden pero estoy aprovechando para decirle que por amistad y por diplomacia le pedimos que su avión aterrice en el aeropuerto Felipe Ángeles porque, ¡imagínense a nuestros adversarios!".
Este martes reiteré que no aterrizaría allí y el martes por la noche, la Casa Blanca lo confirmó: el Air Force One llegaría a donde siempre, al hangar presidencial, lo que ayer López Obrador eludió y dijo que lo hablaría hoy.
Todo confirma lo que le había adelantado: el SS no modifica su logística de seguridad por motivos políticos, como los que invocó López Obrador, ni por temas de amistad, a los que también imploró.
Y el hacer de un asunto de logística y seguridad un tema político y no lograrlo, fue eso, una derrota política.
Además esa decisión no es del Presidente de Estados Unidos.
Allí no es como aquí.
RETALES
1.- DIGESTIÓN. En Palacio Nacional aún no se digiere la elección de la ministra Norma Piña como presidenta de la Corte. Y por eso López Obrador reclamó ayer a los suyos, Arturo Zaldívar incluido, que hayan votado por quienes votaron;
2.- DOBLE. Loretta Ortiz buscó presidir la segunda sala de ese tribunal constitucional, pero fue derrotada por unanimidad por Alberto Pérez Dayán. En la primera fue electo Mario Pardo Rebolledo, ambos mal vistos por López Obrador pero reconocidos por sus pares; y
3.- CONFESIÓN. Ayer el Presidente confesó al hablar de sus programas sociales: "esdeque cuando se necesite defender la trasformación, se cuenta con los pobres. Entonces, no es un asunto personal, es un asunto de estrategia política". Estrategia política, apunto, que en el quinto año de gobierno es electoral.
Nos vemos mañana, pero en privado.