La última carcajada legislativa de AMLO

"La última carcajada legislativa de AMLO", escribe Joaquín López-Dóriga en #EnPrivado

Los políticos impiden ver lo mejor del ser humano.

Florestán

Los mercados reaccionaron en sentido contrario a la euforia oficial por el resultado electoral del domingo, pero no por la victoria de Claudia Sheinbaum, sino por el último estertor de López Obrador y las 18 reformas constitucionales que envió al Congreso en febrero que abarcan temas esenciales como la recomposición del Poder Judicial, la desaparición de organismos autónomos, el INE incluido y más, que busca lograr en sus últimos 30 días de gobierno.

Es ahí donde está el nerviosismo que tumbó la Bolsa de Valores, que para mí no es un estrecho indicativo de la economía nacional y llevó al peso a su peor nivel desde la pandemia, que él atribuyó a factores internacionales, cuando siempre ha reivindicado la revaluación a sus méritos de gobierno.

Eso, y la campaña lanzada para dar por hecho su mayoría calificada en el Congreso para sacar sus reformas, es lo que mete presión, reitero, no la arrolladora victoria de Sheinbaum.

Y lo digo porque ni el comité técnico encargado del conteo rápido del INE ni el gobierno ni los partidos tienen competencia alguna para sugerir, siquiera, cuál será la composición de las cámaras, lo que es responsabilidad y decisión del INE y, en su caso, del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Por eso es falsa la declaración del régimen sobre su mayoría calificada en el Congreso, porque no se ha hecho el cómputo final del que, una vez decidido el número de legisladores por votación uninominal, pasarán a los de representación proporcional, nunca antes, como se ha presentado ahora.

Así que una vez que la autoridad electoral determine el número de diputados y senadores uninominales, podrá determinar el número de plurinominales y de ahí establecer legalmente las mayorías de las que, sí, en su alianza, el régimen podría lograr la calificada, pero igual no, como en el Senado.

Por eso el nervio, pero no por la victoria de Sheinbaum, reitero, sino por la última carcajada legislativa de López Obrador.

RETALES

1.- PAÑOS. Ayer salió Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda que lo será de la presidenta Sheinbaum, a tratar de calmar los mercados, que no logró cuando el peso mantuvo su depreciación, lo que confirma que el nervio, insisto, no es Claudia, es López Obrador y sus reformas finales;

2.- CASILLA. El INE hará el recuento de al menos 60% de las casillas, 102 mil, que no alterarán el resultado de la elección presidencial, pero sí de diputados y senadores. Voto por voto;

3.- CASITA. ¿Dónde está la sociedad civil que dice representar Claudio X. González? ¿No debería haber llenado el lunes el Zócalo en protesta por el fraude electoral? ¿Dónde está él? En casita, mandando un tuit felicitando a Sheinbaum por su triunfo. Por eso nunca he creído en los mesías de la sociedad civil.

Nos vemos mañana, pero en privado.