Las trampas de la reforma judicial

"Las trampas de la reforma judicial", escribe Ricardo Homs en #ColaboraciónEspecial

La reforma judicial impulsada por el presidente de la República, -y por su candidata-, se sustenta en la capitalización de los profundos agravios que mueven a la sociedad mexicana en contra de nuestro sistema de impartición de justicia.

Sin embargo, lo que no logra entender la ciudadanía es que la reforma judicial que promueve la 4T lo único que busca es tomar control del Poder Judicial y someterlo a sus condiciones, convirtiéndose así, -el titular del Poder Ejecutivo-, en el poder supremo en el país.

Sin embargo, en el Poder Judicial aún no han descubierto la trampa comunicacional en que hoy están metidos.

La realidad es que los peores agravios relacionados con la justicia no los cometen los miembros de Poder Judicial, -o sea jueces, magistrados, ministros-, sino los policías de los tres niveles de gobierno, -municipal, estatal y federal-, que pertenecen al Poder Ejecutivo, así como los ministerios públicos que dependen de las fiscalías estatales y los de la Fiscalía General de la República.

Sin embargo, el ciudadano, -por desconocimiento-, engloba sus agravios en un todo que integra el Poder Judicial. Es urgente entender que las percepciones públicas, -aunque partan de ideas erróneas o equivocadas-, son las que moldean la actitud de la mente colectiva y los fenómenos de opinión pública que guían las grandes decisiones de nuestro país.

El Poder Judicial debiese deslindarse de los agravios cometidos por otras autoridades en contra de la ciudadanía. De los abusos de policías, de los agentes ministeriales, -a los que el pueblo simplemente denomina "los judiciales"-, así como de los agentes del ministerio público, que es el primer contacto del ciudadano con los impartidores de justicia.

Es esta confusión la que genera la animadversión ciudadana en contra del auténtico Poder Judicial.

La verdadera corrupción, -y los abusos en contra de los derechos humanos-, están diseminados en todos los ámbitos donde se da el primer contacto con el ciudadano.

En contraste, el Poder Judicial es el garante de la justicia sustentada en nuestra Constitución.

Para salir de esta trampa es urgente una campaña de divulgación que explique a la ciudadanía, -en los medios masivos de comunicación-, qué conforma realmente el Poder Judicial y deslindarse de todos los actores dedicados a la seguridad pública que forman parte del Poder Ejecutivo y de los organismos autónomos, como son las fiscalías.

Esta campaña debe utilizar palabras sencillas, -entendibles para todos los niveles educativos y culturales-, y no sustentarse en conceptos jurídicos.

Además, -en forma paralela-, fortalecer la acción fiscalizadora y punitiva del Consejo de la Judicatura Federal, para castigar directamente a los malos funcionarios públicos, antes de que sea el presidente de la república, -o los participantes de las campañas electorales-, quienes señalen a los jueces y magistrados que actúen al margen de la ética, la justicia y la constitucionalidad.

Es necesario que la ciudadanía reconozca que el Poder Judicial es confiable y es la más importante garantía de justicia. Sólo así se logrará preservar su independencia.

¿A usted qué le parece?

RICARDO HOMS

X: @homsricardo