¿Qué es una mujer?
No deja de ser provocativo el título del interesante documental de Matt Walsh sobre la mujer. Nos enfrenta con la dificultad de definir lo evidente, lo que está frente a nuestros ojos, palpamos todos los días y, sin embargo, somos incapaces de precisar.
No deja de ser provocativo el título del interesante documental de Matt Walsh sobre la mujer. Nos enfrenta con la dificultad de definir lo evidente, lo que está frente a nuestros ojos, palpamos todos los días y, sin embargo, somos incapaces de precisar. En principio se supondría que todos sabemos lo que es una mujer, que se trata de una pregunta banal, pero en el video sucede todo lo contrario. Se lo pregunta a especialistas en género, a personas que hacen operaciones de cambio de sexo, terapistas, profesores universitarios, transgéneros, mujeres en la marcha por la mujer… ¡nadie responde! Es la ironía en su más pura expresión.
Pero, en el camino de la tan valorada definición, va poniendo en evidencia, cantidad de cosas que se dan por supuestas en la teoría queer, o teoría del gender, y que en realidad no se saben. Al mejor estilo de la mayéutica socrática, va mostrando cómo los “expertos” en realidad no saben lo que están haciendo, sobre todo en lo referente a las cirugías y terapias de cambio de sexo. Pone en evidencia los abusos que están sufriendo los niños por esta “moda intelectual” frente a la cual padres y profesores tienen atadas las manos.
Es muy interesante la batería de entrevistados que ofrece, pues muestra cómo los políticos, cuando se ven encajonados por las preguntas, simplemente huyen, los profesores universitarios se molestan, las personas se sienten “agredidas” cuando lo único que está buscando Walsh, y lo repite con insistencia, es la verdad. Simple y llanamente la verdad. Pareciera que a muchos les ofende esa palabra, o la descalifican como “esencialista”, pero el resultado es simple y claro: son incapaces de ofrecer una definición. Sólo pueden ofrecer un metadiscurso enrevesado, para justificar finalmente que se apoyen los cambios de sexo desde la infancia en Estados Unidos.
Matt también entrevista a las mujeres perjudicadas. A la mujer que se operó para hacerse hombre, y que no salió bien de la operación. Ha sufrido infecciones tras infecciones, cirugías van, cirugías vienen, y no queda bien. De hecho, ella misma confiesa -teniendo cuerpo y apariencia de varón- que no será nunca un hombre, y que su vida peligra por complicaciones para la salud; las cuales le fueron ocultadas antes de su operación de cambio de sexo. Recuerda el dato, de cómo la más alta tasa de intentos de suicidio se da precisamente entre personas que han sufrido una operación de reasignación de sexo. Insiste en que la presión que se hace a los padres americanos es un chantaje emocional: “qué prefieres, tener un hijo muerto –por suicidio, se entiende- o una hija viva –por cambio de sexo- “, cuando en realidad, ¡los que más se suicidan lo hacen por haber hecho el cambio!
Otras de las mujeres afectadas son las deportistas, que ven frustrada su carrera deportiva al competir, una y otra vez, con atletas transgénero que las superan por mucho continuamente. Lo que eso supone también para la obtención de becas deportivas, y cómo, si se les ocurre reclamar, las envían al psicólogo, e incluso llegan a amenazarlas con acabar con su carrera, acusándolas de transfóbicas (una de las entrevistadas tiene miedo de eso y permanece en el anonimato).
El audiovisual es claro: la situación es dramática. Entrevista, por ejemplo, a un padre de familia, en arresto domiciliario, por haberse opuesto al tratamiento de hormonas de su hija para cambiar de sexo. Matt Walsh llega incluso al congreso de Virginia, donde le dan un minuto para hablar, y les dice con claridad que son pervertidores de niños. En fin, en cualquier caso, lo que busca es la verdad, y lo hace civilizadamente. Los que viven en el error, los que han construido una inmensa teoría de la mentira no lo pueden soportar y eso se refleja en el video.
Sorprende la actitud ecuánime de Matt Walsh durante toda la filmación. No muestra los sentimientos ni por una flexión muscular en el rostro. Plantea la pregunta “¿qué es una mujer?”, busca simplemente la verdad. No ha podido encontrarla en la teoría de género. Por eso busca en la sabiduría ancestral de los Masái, evidenciando cómo el sentido común está de su lado y no en el occidente desarrollado. Esperemos que documentales como estos sean vistos por nuestros legisladores, antes de copiar los experimentos de nuestros vecinos del norte.