Bonos mexicanos, ¿al borde de la basura?
Apenas dos semanas después de que la calificadora Fitch Ratings le redujera a Pemex la calificación de su deuda y la colocara en perspectiva negativa y de que el presidente López Obrador descalificara a su vez a los organismos financieros, los llamara "hipócritas" por "permitir el saqueo" de la petrolera mexicana y los acusara de "desprestigiarnos" por estar molestos por los cambios a la política económica hechos por su gobierno, ayer un reporte de la firma Bloomberg alertó que la desconfianza ha aumentado entre los inversionistas que temen que el país sea degradado, que sus bonos se conviertan en "basura" y que la situación financiera de Pemex arrastre a las finanzas nacionales.
"Los bonos mexicanos se tambalean al borde de la basura, ya que Pemex, la compañía petrolera más endeudada del mundo, amenaza con arrastrar las finanzas de la nación", afirma una nota difundida ayer por la empresa de servicios de información financiera, cuyas terminales y análisis de mercados son consultados por inversionistas de todo el mundo.
"Después de que Fitch Ratings redujera a Pemex el mes pasado a solo una muesca por encima de la chatarra, los bonos dieron un giro para peor en medio de especulaciones de que el país también sería degradado", dice el reporte firmado por los analistas Alline Oyamada, Justin Villamil y Aviel Brown, en el que se advierte también que los diferenciales de deuda del gobierno mexicano son más altos que los pagados por los mercados emergentes con dos niveles por debajo del BBB+ de México.
Bloomberg cita también los resultados de una encuesta de clientes realizada por el Bank of America, en la que el 70% de los encuestados dijo que esperan que México pierda su grado de inversión en los "próximos años", y menciona que a medida que el presidente Andrés Manuel López Obrador se preocupa por un paquete de rescate para Pemex, cargado de deuda y con una caída en la producción de 107 mil millones de pesos, existe preocupación cada vez mayor que salvar a la compañía requerirá sacrificio. "El problema es que para brindar la escala de apoyo que se necesitaría para darle a Pemex más espacio para invertir y mejorar su negocio, podría requerir el ingreso de importantes cantidades de ingresos del gobierno", comenta Charles Seville, director Senior de Fitch, citado en entrevista desde Nueva York.
Los inversionistas ven con preocupación, según el reporte, que mientras México prometió inyectarle capital de 1.25 mil millones a Pemex, López Obrador lanzó un plan de exenciones fiscales de 3.5 mil millones de pesos para los próximos seis años. "Hay riesgo de contaminación ya que básicamente hay un bolsillo de dinero", dijo Shamaila Khan, directora de deuda de mercados emergentes de AllianceBernstein en Nueva York. "En la medida en que el soporte de Pemex se produce a expensas del desempeño fiscal, eso afectará las calificaciones soberanas".
Finalmente en el reporte de Bloomberg se mencionan la cancelación de "un aeropuerto parcialmente construido y la suspensión de las reformas en Pemex", además de la "erosión del marco institucional que ha apuntalado la confianza de los inversionistas en la historia de México durante las últimas tres décadas", como motivos de que algunos inversionistas estén perdiendo confianza en la nueva administración, y se advierte que, a diferencia de Brasil, aunque México tiene un diferencial promedio más amplio, "está calificado como basura debido a su rampante deuda". ¿Primera llamada de alerta para la política económica de López Obrador?
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