El día ‘D’ para la Corte
"El día ‘D’ para la Corte", escribe Salvador García Soto en #SerpientesyEscaleras
Este martes 5 de noviembre la Suprema Corte de Justicia de la Nación se juega su paso a la historia. En la sesión que hoy iniciará el pleno del Poder Judicial, los ministros entrarán a un tema que los puede elevar a la categoría de héroes en la defensa de la Constitución, según una parte de los mexicanos, o los puede hundir en la ignominia de violentar a la Carta Magna, según otra parte de los mexicanos.
Y en el filo de la navaja, en la realidad de un país polarizado, dividido y confrontado, el fallo que emitan hoy, o en los próximos días, los 11 ministros de la Corte definirá el concepto de "Estado de derecho" y cuál de las dos interpretaciones de la Constitución mexicana que hoy están chocando y poniendo en jaque la vigencia constitucional de este país es la que prevalece o se presenta como la más acertada en la interpretación del texto constitucional que sostiene a esta República.
Hay todo tipo de especulaciones sobre cómo votarán los ministros que integran el pleno judicial. Desde el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum han presionado con todo para posicionar la idea de que "no todos los ministros están de acuerdo con la violación a la Constitución". La propia Presidenta ha dicho en varias ocasiones en su mañanera que "hay que esperar para ver si todos los ministros están de acuerdo" en lo que para ella y para la mayoría de Morena en el Congreso es una "violación flagrante" al texto constitucional.
En los pasillos de la Suprema Corte tampoco hay certeza sobre cómo votarán los ministros en este fallo que definirá en buena medida cómo se les recuerda en la historia. Hay versiones en los pasillos del Palacio de Judicial que aseguran que la votación final, después de las deliberaciones y posicionamientos que emitirán los ministros, será una mayoría de ocho a tres la que declare la invalidez de la elección de jueces y magistrados de distrito de Poder Judicial de la Federación, lo que echaría abajo la parte neurálgica de la reforma impulsada por el expresidente y defendida obsesivamente y hasta la ignominia por la presidenta Sheinbaum.
Pero entre los ministros que integran el pleno, al menos dos de los integrantes que fueron consultados por esta columna nos dijeron que no podían hacer un pronóstico porque "hay demasiado hermetismo entre nosotros mismos sobre el sentido del posicionamiento y el voto que emitiremos en su momento cada uno". Y eso abre la posibilidad de que las presiones y las llamadas que han recibido varios ministros de parte de operadores políticos del actual régimen, surtan efecto y confirmen la afirmación de la presidenta Sheinbaum en el sentido de que hay ministros, entre la mayoría que puede salvar o hundir a la reforma judicial, que podrían votar a favor de mantener las reformas aprobadas por la mayoría morenista y ya publicadas en el DOF y aterrizadas en las leyes secundarias.
Pero para acabar con las especulaciones y los rumores, no habrá más que esperar para presenciar lo que a partir de hoy ocurra en el pleno de la Suprema Corte. La forma en que voten hoy o en las próximas horas los ministros, definirá en buena medida el futuro de la República. Si se invalida la parte sustancial de la Reforma Judicial el escenario inevitable es el de un choque de Poderes y una crisis constitucional en la República, que aunque se nieguen a reconocerla en la Presidencia de la República, impactará dentro y fuera de México en materia de certidumbre legal y en lo que sería una nueva interpretación de reconfiguración de la Constitución de 1917, que apuntalaría al nuevo régimen político como de corte demagógico y autoritario que se estaría asentando y despegando de la mano de la presidenta Sheinbaum, después de que su antecesor, al que ella sigue llamando "presidente", se dedicó a sentar las bases y los cimientos populares, políticos y electorales del nuevo régimen cuya aspiración es imitar la hazaña del viejo PRI y eternizarse como por otros 75 años en el poder… Los dados mandan Serpiente Doble, hoy es un día decisivo para lo que hoy conocemos como República Mexicana.