Zedillo ofrece a Sheinbaum liberarse del caudillo

"Zedillo ofrece a Sheinbaum liberarse del caudillo", escribe Salvador Garcia Soto en #SerpientesyEscaleras

En la víspera de que celebre sus 100 días como presidenta y a través de un enlace remoto por video para un foro del ITAM, el expresidente Ernesto Zedillo le planteó a la presidenta Claudia Sheinbaum que detenga "la destrucción de la democracia" y ponga en pausa las reformas constitucionales que la amenazan y que dividen y confrontan a los mexicanos; le dijo que si ella decide hacerlo, los mexicanos la respaldaremos y le pidió que ejerza su presidencia conforme a sus facultades constitucionales y no permita que el poder lo ejerza "un caudillo instalado oculto a la oficina anexa de la Presidencia de la República".

"No necesitamos un país que sea una autocracia de partido hegemónico, donde el poder real e inmenso lo ejerza un caudillo instalado oculto a la oficina anexa de la Presidencia de la República, queremos una Presidenta de verdad que mande a las facultades constitucionales conforme a las reglas de una República Mexicana", dijo Zedillo ante los participantes en el Seminario de Perspectivas Económicas 2025 de la universidad privada, que irrumpieron en aplausos antes de que concluyera su mensaje sobre la situación política que priva en el país y los "nubarrones y tormentas" que se avecinan para México con el inicio de la nueva era Trump.

El expresidente, que radica desde hace 25 años en los Estados Unidos y dirige el Centro de Estudios para la Globalización de la Universidad de Yale y es miembro de la Junta Directiva de Diálogo Interamericano y del grupo financiero Citigroup, advirtió que vienen tiempos complicados para México y su economía y que mientras aquí se debilita a la democracia y se dinamita a la unidad nacional, se avecinan cambios en el orden internacional.

"Estamos realmente ante una situación muy grave en nuestro país y la pregunta es, frente a los acontecimientos que muy probablemente se avecinan, esos nubarrones y seguramente tormentas que podemos ver en el horizonte, que todo eso nos tome en esta condición es muy desafortunado y aumenta la probabilidad, por mucho, de que esa tormenta internacional se convierta en una verdadera tragedia para nuestro país", alertó el exmandatario.

Zedillo cuestionó que la serie de reformas impulsadas en fast track desde el pasado gobierno y consumadas por la presidenta Sheinbaum y las mayorías calificadas de Morena, que van desde la desaparición de instituciones, cambios al Poder Judicial y reformas a las Fuerzas Armadas, no sólo están provocando división y polarización entre los mexicanos, sino que apuntan no a resolver problemas reales en el país, sino a consolidar y perpetuar un gobierno autocrático que se perpetúe en el poder y que difícilmente podría ser sacado con los procesos electorales.

"Los ciudadanos fuimos a votar para escoger a nuestros nuevos representantes en un país democrático, no se fue a las urnas para decidir que la democracia mexicana tenía que ser destruida, no fuimos a las urnas para decir transfórmese la democracia mexicana en una tiranía… Sin embargo, hasta ahora parecen ser hechos muy avanzados y prácticamente consumados", comentó el expresidente.

Para detener ese proceso, evitar la desunión nacional y no permitir que las tormentas que vienen nos dañen como país y evitar que México se convierta en “un paria” en la comunidad internacional, Ernesto Zedillo le propuso a la presidenta Sheinbaum replantear varias de sus reformas constitucionales, a convencer a su partido y sus aliados a meditar sobre los transitorios y que queden pendientes la entrada en vigor de los cambios a la Constitución, mientras se analiza y delibera si estos cambios son necesarios. "Para confirmar o no que esas reformas obedecen a buenos objetivos y no al objetivo de construir una tiranía de nuestro país y destruir el Estado de derecho, de por sí precario, que tenemos… Ese acto nos daría unidad nacional para enfrentar lo que vendrá", concluyó el expresidente.

No parece casualidad, ni en el timing político ni en el contenido y los mensajes puntuales, el discurso de Zedillo Ponce de León. Considerado hasta hace un par de años el expresidente más alejado de la política mexicana y de los temas del país, el doctor que se exilió desde que concluyó su mandato en los Estados Unidos y que conoce bien la génesis del movimiento lopezobradorista que comenzó durante su mandato y que él auspició apoyando la consolidación política de Andrés Manuel López Obrador, hoy Zedillo se ha convertido en el exmandatario más crítico y activo en los cuestionamientos al actual régimen gobernante en el país.

Y aunque no radica en México y se ve mucho más cerca de Washington que del país que gobernó, lo que dijo el doctor en economía en su mensaje y que le aplaudieron de pie los itamitas, tampoco es nada nuevo, pero sí condensa y resume buena parte de los cuestionamientos, las críticas y las dudas que una buena parte de los mexicanos alberga sobre el naciente gobierno de la presidenta Sheinbaum, que en 100 días de ejercicio político no ha dejado totalmente claro si gobierna y decide ella en su mandato o si sigue sujeta a los designios, caprichos, decisiones y hasta obsesiones de su antecesor.

De lo que el expresidente quiso decir no hay ninguna duda y está más que claro su llamado a que la doctora Sheinbaum reflexione, detenga los cambios constitucionales que dividen y confrontan a los mexicanos para favorecer la unidad nacional en momentos en que el país está amenazado por lo que viene con el nuevo gobierno de Estados Unidos y los cambios y ajustes que habrá en el orden internacional. Lo que faltaría saber es si el mensaje de Zedillo, en el que prácticamente le pide a la Presidenta rechazar el Maximato y convertirse en una líder real del país para conducirlo atinadamente en los tiempos turbulentos que se vienen, es sólo a título personal o trae otros remitentes ocultos que le están ofreciendo a la mandataria que se salve ella y a su gobierno y que no se hunda por sus lealtades... Los dados mandaron otra Escalera. Buena segunda semana del año.