La cloaca de Cuauhtémoc en Morelos

"La cloaca de Cuauhtémoc en Morelos", escribe Salvador García Soto en #SerpientesyEscaleras

Señalado por vínculos con la delincuencia organizada en informes del Ejército mexicano, que se filtraron a través de los Guacamaya Leaks; responsable de la crisis de inseguridad y violencia que vivió Morelos durante su mandato y protegido incondicional del expresidente López Obrador que lo arropó y le permitió malgobernar durante seis años entre la frivolidad, la incapacidad y la indolencia, a Cuauhtémoc Blanco parece habérsele acabado la protección y la impunidad de la que aún goza como diputado.

Porque su sucesora en el Gobierno de Morelos, la morenista Margarita González Sarabia, no parece dispuesta a seguir encubriendo la corrupción, la ilegalidad y el desfalco que encontró en la anterior administración que encabezó el futbolista y exseleccionado nacional, que después del pésimo gobierno que realizó en el estado todavía fue premiado con una diputación plurinominal de Morena, con tal de que apoyara las campañas del partido gobernante y utilizara su imagen para ganar votos.

Apenas el domingo pasado la gobernadora González Sarabia había anunciado que detectaron varios desvíos e irregularidades en las cuentas públicas de su antecesor y ayer lunes el consejero jurídico del Estado, Edgar Maldonado y la secretaria de la Función Pública, Alejandra Pani, acudieron a la Fiscalía General de Morelos y presentaron, ante la Fiscalía Especializada contra la Corrupción, cuatro denuncias penales en contra de la administración del exgobernador Cuauhtémoc Blanco, a la que acusan de haber desviado 40 millones de pesos en obras simuladas y contratos incumplidos.

Junto con las cuatro denuncias penales se presentaron otras dos de carácter administrativo y el consejero jurídico de Morelos dijo que se trata apenas "de un primer paquete de denuncias" referidas a irregularidades y saqueos cometidos en el gobierno de Blanco, porque aún se están revisando documentos y actas de la entrega-recepción y en la medida que aparezcan más elementos, habrá nuevas denuncias. Ayer mismo, la contralora estatal, Alejandra Pani, dijo que "el mandato de nuestra Gobernadora, en esta Administración no hay espacio para la corrupción ni para la impunidad, a la Contraloría no le va a temblar la mano para actuar con firmeza y responsabilidad".

La cloaca de corrupción en que convirtió Morelos, el ahora flamante diputado, no era algo que desconocieran el sexenio pasado en Palacio Nacional. Un influyente consejero del expresidente llegó a comentar que Cuauhtémoc no sólo tenía pactos y acuerdos con los grupos criminales que asolaban a los morelenses, sino que él mismo tenía problemas de adicción a las drogas y permitía que personajes como su medio hermano, Ulises Bravo, concentraran poder y negocios al amparo de su gobierno.

El propio Ejército llegó a comentar con el expresidente tabasqueño sobre los vínculos que habían detectado del entonces gobernador de Morelos con líderes delincuenciales en el estado, pero la instrucción del entonces mandatario fue que no se procediera en contra del exfutbolista, a quien incluso trataron de ayudar en Palacio Nacional, cuando este fue a quejarse del fiscal estatal, Uriel Carmona, con quien mantuvo un pleito irreconciliable durante su sexenio. Y a pesar de la embestida federal y desde la CDMX que acusaron al fiscal Carmona de encubrir un presunto feminicidio cometido en la Ciudad de México y de que lo detuvieron y encarcelaron en Almoloya durante más de un mes, al final fue exonerado y liberado por órdenes de un juez federal.

Y lo que son las cosas: hoy que la nueva administración ha decidido proceder en contra de su gobierno por los casos de corrupción que han encontrado, las denuncias que ya se presentaron ayer en contra de diversos funcionarios de su administración y las que podrían acumularse en los próximos días y semanas serán atendidas, investigadas y consignadas ante los juzgados, nada más y nada menos que por el mismo fiscal Uriel Carmona al que él quiso defenestrar y pidió el apoyo de López Obrador para que lo detuvieran y encarcelaran.

Dice aquella frase sobre la venganza que esta es un plato que siempre se debe comer frío. Y ahora que a la gobernadora Margarita González ya no le fue posible tapar la cloaca maloliente que dejó a su paso por Morelos el diputado Cuauhtémoc Blanco, todo indica que el fiscal Uriel Carmona podrá saborear, a la temperatura ideal, ese platillo por el que tanto ha esperado... Los dados mandan una Escalera. Se atempera la semana.