Del 'Llegamos todas' al 'No estás solo'
"Del 'Llegamos todas' al 'No estás solo'", escribe Salvador Garcia Soto en #SerpientesyEscaleras
La defensa a ultranza de un presunto violador, acusado penalmente por su media hermana, derrumbó e hizo añicos, en una sola tarde, el discurso feminista de Morena y de la Presidenta con A. Porque mientras de palabra se les llenaba la boca diciendo que su movimiento y gobierno eran "de las mujeres y para las mujeres", en los hechos prefirieron respaldar y proteger con el fuero constitucional -ese que criticaban y pedían eliminar como opositores- a Cuauhtémoc Blanco, un personaje lleno de señalamientos, denuncias e investigaciones formales por corrupción.
En un cálculo totalmente perdedor, donde fuera de ellos y su lealtad ciega y fanatizada, nadie más ve al polémico diputado Blanco como "víctima", porque tiene todo el perfil y los antecedentes de ser el victimario y el agresor que abusó del poder durante su efímera y nefasta carrera política de los últimos nueve años, primero como alcalde de Cuernavaca y luego como gobernador de Morelos. Y es que en Morelos se acumulan en la Fiscalía estatal al menos 10 carpetas de investigación contra el exgobernador, amén de otras carpetas abiertas por corrupción contra sus colaboradores más cercanos que, igual que él, se aprovecharon del poder para hacer negocios y saquear al estado.
Fuentes de la Fiscalía estatal de Morelos afirman que, además de otros delitos y señalamientos por el ejercicio indebido del servicio público, hay entre esas 10 carpetas abiertas otra denuncia por violación en contra del diputado Blanco. Aunque no dan mayores detalles, las fuentes sostienen que se trata de una denuncia hecha por una mujer que acusa al exgobernador de haberla violentado sexualmente y haberla agredido en una casa de descanso del gobierno morelense, ubicada en el municipio de Cuautla.
En ese lugar, según lo que se asienta en dicha carpeta, hubo una reunión a la que asistió el mandatario junto con varios amigos y colaboradores. Hasta el lugar llegaron mujeres invitadas y en algún momento de la fiesta que duró varios días, la víctima dice haber sido forzada y obligada a tener relaciones con el exgobernador delante de varios de los asistentes y, cuando ella se negó, fue empujada, sometida y violada en presencia de los colaboradores que no hicieron nada para evitarlo.
A reserva de tener mayores detalles de la citada carpeta judicial, lo que queda claro es que el Diputado salvado por Morena y por sus diputadas está muy lejos de ser la víctima que quieren justificar en el oficialismo con su pueril y ofensivo argumento de "la carpeta mal integrada". El supuesto feminismo del movimiento político que hoy gobierna México se dinamitó con una escena tan grotesca como lamentable en la que las mujeres morenistas se agolpaban para proteger a Blanco y empujaban y agredían a otras mujeres de la oposición que pedían cancelar la ilegal intervención en tribuna que se le concedió al exfutbolista.
Fue como si de pronto los gritos vergonzosos de las diputadas morenistas, que coreaban "no estás solo, no estás solo" ante las lágrimas de cocodrilo que vertía Cuauhtémoc Blanco, resonaron tan fuerte y tan groseros y vulgares, que no sólo desconocían e ignoraban a la víctima mujer que denunció al diputado, sino que condenaban y desconocían a todas las mujeres agredidas, violentadas y asesinadas en este país que, a las que de nada les sirve ni les servirá que hoy tengan 251 diputadas y 64 senadoras que supuestamente las representan, la mitad de secretarias del gabinete federal y hasta una Presidenta que despacha por primera vez en Palacio nacional; al final la mayoría de esas mujeres con poder protegerán a los agresores hombres.
La mayor muestra de que Morena no hizo sino proteger y encubrir a un presunto agresor sexual fue la imagen del diputado Blanco, con su fuero convertido en escudo político y validado por los morenistas y hasta por la propia Presidenta, presentándose ante la Fiscalía de Morelos para intentar conocer de la acusación de intento de violación que le imputó su media hermana. Nunca antes el ensoberbecido exgobernador dio la cara ni se presentó a la Fiscalía, pero ahora lo hizo porque se sabe protegido y arropado desde el poder y verlo llegar en camionetas Suburban blindadas y con guaruras, sólo confirmó que la clase política que hoy gobierna México terminó por convertirse en lo que su mismo líder y fundador criticaba y denominó: "la nueva mafia del poder".
Efectivamente Cuauhtémoc Blanco, con sus 10 carpetas de investigación, sus denuncias de corrupción y los expedientes militares que lo vincularon con los cárteles de la droga a los que les entregó Morelos durante su mandato, "no está solo", está muy bien acompañado y blindado por toda la clase gobernante morenista que estuvo dispuesta a sacrificar y desarmar el discurso y la retórica oficialista del "gobierno de mujeres" por evitar que le tocaran a uno de los suyos. Si las mujeres indígenas que adornan demagógicamente el logo del Gobierno de México pudieran hablar, tal vez también cambiarían su grito y, en vez de decirse orgullosas porque "llegamos todas", también le gritarían muy convencidas a Cuauhtémoc que "no está solo"… Los dados cierran semana con Escalera Doble. Buen fin de semana para los amables lectores.