Muy misteriosa resultó la mansión del priista Alejandro Moreno en Campeche…
MUY MISTERIOSA resultó la mansión del priista Alejandro Moreno en Campeche: el misterio es que no se sabe cómo la pagó.
Curiosamente a los únicos que no tomó por sorpresa la revelación de su existencia fue a los campechanos.
DESDE hace tiempo, en aquellas amuralladas tierras, a la residencia de “Alito” le llamaban “la casa del pueblo”; pero no porque estuviera al servicio de la gente, sino porque dicen que se pagó con dinero... ¡del pueblo!
Ah, cómo son malpensados, caray.
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ALGUIEN debería avisarle al flamante subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta, que un escándalo a su nombre está por estallar en Aduanas, dependencia de la que era titular hasta hace unas semanas.
SEGÚN ESTO, tanto en la Secretaría de la Función Pública como en la Unidad de Inteligencia Financiera fueron presentadas denuncias sobre el supuesto tráfico de designaciones en las aduanas fronterizas de Baja California y Tamaulipas.
En el caso de Mexicali, por ejemplo, se sabe que existen hasta videos que no dejan muy bien parado al administrador Alejandro Miramontes Armenta.
CUENTAN que el salpicadero llegaría hasta el propio Peralta, así como a un tal José Benito Reyes Corrales, funcionario de alto nivel del gobierno estatal bajacaliforniano.
Y si no lo creen, pueden preguntar en la Administración General de Evaluación del SAT, que se encarga de investigar las denuncias contra servidores públicos y que, por este asunto, ya tiene un gordo expediente.
Y NO ES por espantar a nadie, pero dicen que quien se perfila para encabezar la AGE, es ni más ni menos que Renato Sales, el mismísimo ex comisionado nacional de Seguridad.
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PROBABLEMENTE a Yeidckol Polevnsky ahora sí le quedó claro que en Morena ya no la quieren y que no cuenta con el apoyo del PMN: primer morenista de la nación, Andrés Manuel López Obrador.
LA REBELIÓN del Consejo Nacional en contra de su presidenta dejó en claro que algo ya se rompió y no tiene compostura al interior del partido presidencial: no sólo le quitaron el control del proceso interno en el que la propia Polevnsky competirá, sino que le impusieron un padrón con 10 veces más militantes de los que pretendía reconocer y hasta le destituyeron a su representante ante el INE.
HAY QUIENES se preguntan si se trata sólo de una cuestión de diferencias entre morenistas o si, por el contrario, es la continuación de esa vieja manía de la izquierda mexicana de autosabotearse una y otra vez.