Luis López es el hombre-medicina de los comcáac
Luis Miguel López es uno de los chamanes de Punta Chueca, quien tiene entre los aspectos más importantes la cosmogonía de su pueblo, donde destaca la meditación.
El chamanismo y la espiritualidad de los pueblos originarios es un tema recurrente en la tribu comcáac, y Luis Miguel López, hombre-medicina de esta comunidad, es uno de los más notorios exponentes de estas prácticas.
El miembro de la tribu comcáac compartió en entrevista los aspectos más importantes de la cosmogonía de su pueblo, ubicado en Punta Chueca, a 140 kilómetros de Hermosillo. De entre todo, destacó la meditación.
“Meditamos mucho, buscamos la sanidad del cuerpo”, compartió Luis Miguel López.
Este tipo de prácticas han estado presente en toda su vida, ya que es descendiente de “Coyote Iguana”, guerrero comcáac inmortalizado en el libro Lola Casanova, de Francisco Rojas González, novela que fue llevada al cine en 1948.
“Mi abuelo es el chamán más conocido, el ‘Coyote Iguana’. Yo soy la quinta generación de los chamanes por parte de mi abuela, la mamá de mi mamá. Ella es parte del consejo de ancianos, la única siendo mujer”, manifestó.
Luis Miguel, el hombre-medicina, cuenta que la meditación de la que nos habla no es de cualquier tipo, pues para ello se requiere de una iniciación, se debe cumplir con una serie de encomiendas a modo de preparación y prueba.
“Son cuatro días en el campo, aislado, y cuatro días en la cueva, que serían ocho en total. Durante ese tiempo no hay noche porque no se duerme, se toma una raíz que crece aquí como si fuera una ayahuasca”, explicó.
En cuanto al espacio de la iniciación y la meditación, Luis Miguel López comentó que eligen las cuevas por estructura con relación a la luz, buscan que “la luz del día rebote”, motivo por el cual, agregó, sus casas también suelen tener una “estructura arqueada”.
“El propósito es buscar cada día, que cada día sea para nosotros el regalo porque el pasado y el futuro no existen, sólo tenemos el día de hoy. Por eso tengo que estar dentro de ese camino, buscar en la madrugada, meditar y prepararse para este regalo”, expuso.
Abraza sus errores
El chamán cumple con ser guía ante la adversidad de manera general y puede ser un punto donde confluyan los problemas de la comunidad.
“Cada día del ser humano se enfrenta con diferentes circunstancias, por lo tanto, nosotros tenemos que estar preparados en la meditación. Como seres humanos que somos, nos enojamos, a veces necesitamos; por eso nos preparamos, antes que se despierte el mundo, uno tiene que ya estar despierto y buscar el bien”.
En cuanto a la cualidad de ser humano, compartió que no todo puede, ni ha sido luz.
“He tocado fondo, como todo ser humano. He caído en el alcoholismo por una pérdida, pero es parte del ser. No es un error, es un vado del camino que hay que andar. No hay pecado, solamente un aprendizaje de la vida. Ahora sé cómo sobreponerme”.
A pesar de la muerte de un ser querido, Luis Miguel comentó que cada día entra en contacto con sus antepasados mediante su relación con la naturaleza. Explicó que la presencia de sus seres queridos se mantiene, a pesar de la muerte y gracias a la memoria.
“Cada lugar que me voy, ahí está mi papá, ahí está mi mamá porque ellos me enseñaron las plantas, las cuevas, todo. Por eso el ser humano no se muere, sino que se va de este lugar”.