Si volviera a nacer sería enfermera de nuevo: Chayito disfruta su vocación
Aunque se jubiló como enfermera desde hace más de tres años, la señora María del Rosario Torres Ramos, de 56 años de edad, lleva la profesión en el corazón y está siempre dispuesta a ayudar a cualquier persona que se encuentre con un problema de salud.
Su vocación de servicio se demostró la noche del pasado 3 de enero cuando causalmente pasó por una gasolinera de la colonia Centro, en Ciudad Obregón, y se dio cuenta de que un joven estaba convulsionando tras caer y golpear su cabeza, por lo que de inmediato se detuvo para brindarle atención inmediata.
“Yo siempre digo que Dios nos pone en el lugar correcto a la hora que él nos necesita, por cuestiones de tiempo le di raite a un conocido, por ir platicando nos fuimos de paso y al regresarme tomé la calle Chihuahua y al llegar a la Guerrero veo que una persona cae y le rebota la cabeza, me di cuenta que se estaba convulsionando y automáticamente me detuve para ver cómo estaba”, recordó.
Al percatarse de que estaba sufriendo una crisis convulsiva y tenía un golpe en la cabeza, le ayudó para que estuviera bien en lo que llegaban los paramédicos de la Cruz Roja, ya que las personas presentes estaban alterados y asustados por lo que estaba sucediendo.
“Yo me acerqué y le tenían puesto un lápiz en la boca, cosa que no se debe hacer, se lo quitamos, le aflojamos la ropa, le revisé las cervicales y la cabeza donde había recibido el golpe, el muchacho es alto, entonces fue peligroso que cayera para atrás, tenía los ojos volteados y la mandíbula rígida”, indicó.
En lo que llegaba la atención de los paramédicos, María del Rosario logró estabilizarlo y se encargó de tranquilizar a los conocidos y familiares que estaban en el lugar. Afortunadamente el joven fue trasladado al Instituto Mexicano del Seguro Social en una condición más estable.
LA ENFERMERÍA ES SU VIDA
“Chayito”, como es conocida, narró que ella desde pequeña decidió dedicarse a la enfermería, y, aunque su padre se negaba a ese estudio, al final optó por prepararse en Los Mochis, Sinaloa, pero culminó en Ciudad Obregón, Sonora, donde trabajó por casi 19 años en el IMSS y en la institución educativa Conalep.
“Toda mi vida quise ser enfermera, yo estudié en contra de la voluntad de mi papá porque para él no era adecuado ver cuerpos de personas desnudas porque él era muy conservador, después me lo agradeció porque yo fui la que lo cuidó durante su enfermedad”, expresó.
Actualmente la señora disfruta de su jubilación, pero siempre está dispuesta a ayudar a los demás con los conocimientos y experiencia que tiene como profesional de la Salud.
Mi experiencia como enfermera fue mi mundo y yo creo que, si volviera a nacer, fuera enfermera de nuevo
María del Rosario Torres Ramos
Enfermera jubilada
La mujer se siente orgullosa, pues ahora disfruta ver cómo su nieta se prepara para dedicarse a la misma profesión.
Este 6 de enero se celebra en México a las enfermeras y enfermeros, con el fin de reconocer su labor y resaltar que son un pilar fundamental dentro del sistema de Salud.