Iglesia de Batuc: testimonio de un pasado lleno de historia y espiritualidad

A pesar de haber sido sumergida en las aguas de la presa El Novillo hace casi 60 años, la iglesia sigue en pie, ya que la intensa sequía en Sonora ha dejado al descubierto la edificación.

La iglesia de San Francisco Javier, conocida como el gigante de cantera, es una obra monumental ubicada en Batuc.

Construida entre 1744 y 1767 bajo la dirección del jesuita sueco-alemán Alejandro Rapicani, esta iglesia es una de las pocas misiones realizadas completamente en cantera, consolidándose como una joya arquitectónica de su época.

Su edificación fue posible gracias a la valiosa participación de los indígenas ópatas, quienes aportaron su destreza y conocimiento tradicional a este majestuoso proyecto.

Hoy en día, la iglesia sigue en pie a pesar de haber sido sumergida en las aguas de la presa El Novillo hace casi 60 años, ya que la intensa sequía que afecta al estado ha dejado al descubierto no solo las ruinas del templo, sino también las tumbas del antiguo camposanto, evocando la memoria de un pasado lleno de historia y espiritualidad.

Fotos: JESÚS BALLESTEROS/EXPRESO