eSOS | Veneradas, temidas y amenazadas
En Sonora hay 11 especies de víboras de cascabel que están sujetas a protección especial, y es que el miedo que muchas personas tienen a este reptil, sumado a la desinformación que hay sobre la especie, hacen que las maten.
HERMOSILLO, SON.- Son más de 30 las especies de serpientes de cascabel que existen en México, de las cuales alrededor de unas 11 habitan en Sonora.
Aunque en la entidad no hay ninguna que esté dentro de la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 como catalogada en peligro de extinción, todas están sujetas a protección especial.
La pérdida de su hábitat a consecuencia del crecimiento de las ciudades es una de las principales causas que podrían hacer que estos reptiles se vean amenazados, y que muy pronto aparezcan dentro de alguna categoría de riesgo.
Alf Meling López, investigador y docente de la Universidad de Sonora, comentó que el crecimiento de la infraestructura urbana y la creación de carreteras ha tenido un impacto muy fuerte sobre la población de serpientes, al ser una de las especies más vulnerables a los atropellamientos.
Reveló que derivado de un estudio que se está realizando desde hace poco más de 20 años, se ha visto un considerable incremento en los atropellamientos de serpientes y culebras. De tal manera que haciendo un comparativo de dos décadas para acá, los atropellamientos de serpientes se han incrementado hasta en un 60%.
Veneración y temor
Después de que la serpiente fue símbolo de veneración para algunas culturas del México antiguo y también de otras culturas sobresalientes a lo largo de la historia universal, ahora, estos reptiles son matados por el temor que despiertan en muchas personas.
Raúl Molina Ocampo, director de Planeación Ambiental de la Comisión de Ecología y Desarrollo Sustentable del Estado de Sonora (Cedes), agregó que el miedo que muchas personas tienen a los crótalus, sumado a la desinformación que hay sobre esta especie de serpiente, hacen que las maten.
“Muchas personas ven una víbora de cascabel y de inmediato piensan que las va a atacar, que las va a morder y no es así, la víbora de cascabel sólo responderá si es que se siente amenazada”, expresó el investigador. Aunque sí existe registro de personas que han sido mordidas por víboras de cascabel en la entidad, dijo, por lo general se cuenta con el antídoto para la mordedura de estos reptiles y son mínimos los casos de muertes.
Esta especie de serpiente posee un cascabel en la punta de la cola, que es lo que le da el nombre coloquial de “víbora de cascabel”. Este cascabel nada tiene que ver con su edad, sino que se va formando cada vez que la serpiente muda de piel, y por lo general lo hace dos o tres veces por año.
Tamaño variable
El tamaño de la víbora de cascabel es muy variable ya que depende de la especie. Las más grandes pueden rebasar los 2 metros de largo, mientras que las especies de menor tamaño sólo llegan a medir 75 centímetros.
Las cascabeles son serpientes cazadoras, se alimentan principalmente de mamíferos pequeños, como ratones, ratas, ardillas, así como de las crías de mamíferos medianos, como conejos, liebres, también de reptiles y algunas especies de aves.
Las especies de cascabel que hay en Sonora, según información publicada por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), y según la norma NOM-059-SEMARNAT-2010, están dentro de la categoría (Pr), es decir, sujetas a protección especial.
Son organismos muy antiguos
HERMOSILLO, SON.- Las serpientes son organismos con un cuerpo escamado de forma alargada sin extremidades, poseen un gran número de vértebras dorsales, la forma de su cabeza varía de un grupo a otro.
Generalmente es alargada, redondeada, cilíndrica o cónica, carentes de abertura auditiva externa y sus ojos están cubiertos por una cutícula transparente; su lengua es bífida y actúa como órgano sensorial.
Las serpientes de cascabel pertenecen a la familia Viperidae, a la subfamilia Crotalinae y el género Crotalus, se caracterizan principalmente por tener un cascabel o crótalo en la punta de la cola, que es una estructura segmentaria utilizada fundamentalmente como mecanismo de defensa al moverla y chocar sus segmentos.
Su distribución
También poseen fosetas sensoriales de detección infrarroja, su dentición es solenoglifa (forma más evolucionada) y poseen veneno que utilizan para inmovilizar y predigerir a sus presas, así como mecanismo defensivo ante depredadores potenciales.
Se distribuyen en el continente americano desde el sur de Canadá hasta Argentina y existen especies que pueden habitar en las playas a nivel del mar, hasta alcanzar altitudes mayores a los 4 mil metros sobre el nivel del mar, en múltiples tipos de hábitat.
La longitud de estas serpientes varía en dos órdenes de magnitud desde aproximadamente 50 cm a 250 cm. (Fuente: conanp.gob.mx)