Le llega la hora a Maduro

Ahora toca el turno a Venezuela para ocupar el primer plano en los medios del continente americano.

La proclamación de Juan Guaidó como presidente encargado del país, puso en jaque al gobierno autoritario de Nicolás Maduro.

El movimiento opositor del joven presidente de la Asamblea Nacional pareció estar muy bien orquestado porque en cuestión de horas alcanzó el reconocimiento de países latinoamericanos claves como Brasil, Argentina, Chile, Colombia, Perú, Ecuador, Costa Rica y Guatemala, además de Estados Unidos y Canadá.

Las manifestaciones abiertas del gobierno de Trump a favor de Guaidó no ayudaron mucho porque se vio como una operación dirigida desde Washington que aprovechará el régimen venezolano para desacreditar a Guaidó y sus huestes.

Sin embargo, es un hecho que se trata del golpe político más fuerte en contra de Maduro, cuyos días como mandamás de Venezuela parecieran estar contados.

El dictador recibió el apoyo de la dirigencia militar de su país además de los gobiernos de Bolivia y Rusia, pero incluso sus eternos aliados Nicaragua y Cuba no se pronunciaron a su favor, al menos en las primeras horas del conflicto.

México optó por no reconocer al gobierno opositor y respetar la autodeterminación del pueblo venezolano.

El apoyo del gobierno de López Obrador al Juan Guaidó habría significado una ruptura definitiva con Maduro lo que prefirieron evitar.

Venezuela atraviesa por una crisis política y económica de inmensa magnitud.

El deterioro inició con la llegada al poder del presidente Hugo Chávez, un militar que gobernó a Venezuela desde 1999 hasta su muerte en el 2013, imponiendo un régimen dictatorial de izquierda muy parecido al gobierno socialista de Cuba.

En 1995 viajamos a Venezuela cuando ese país vivía una democracia estable con una sólida economía.

No obstante los escándalos por la corrupción oficial eran constantes al tiempo que crecían las diferencias sociales entre sectores marginados y las clases altas.

La abundante riqueza petrolera de Venezuela no fue bien administrada al grado que Chávez con un discurso de izquierda y sus promesas de combatir la corrupción, logró llegar al poder por la vía democrática y varios años después de intentar un golpe militar.

Pero Chávez mostró pronto su ambición de poder y fue desmantelando las instituciones democráticas al tiempo que reprimió cuantas veces pudo a los medios de comunicación independientes.

Recuerdo haber regresado a Caracas varios años después cuando ese país ya estaba sometido al control chavista y a los efectos de una crisis económica sin precedentes.

Hugo Chávez se negó en aquella ocasión a participar en la reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa, vaya ni siquiera quiso enviar a un representante.

De no haber fallecido en el 2013 por un agresivo cáncer, seguro que hoy Chávez estaría aferrado al poder al estilo de Fidel Castro, a quien acogió para justificar sus excesos.

Nicolás Maduro es una mala caricatura de Chávez, carece de su carisma y de su habilidad para movilizar a las masas.

Maduro se reeligió el año pasado en una elección colmada de irregularidades y ante el repudio de la mayoría venezolana que pide a todas luces un cambio en su país.

Es cierto, la participación de Norteamérica en Venezuela no agrada a muchos, pero ¿cómo puede un país regresar a sus cauces democráticos si no es con la ayuda de otro país con poder e influencia?

De lo contrario los venezolanos estarán condenados a sufrir por décadas las tropelías y abusos de un Maduro que no tiene la menor idea de cómo gobernar a una nación tan noble y con tanta riqueza humana y natural como es Venezuela.

Francisco en Panamá

Este miércoles llegó al bello Panamá el papa Francisco en una visita de cinco días en donde presidirá la Jornada Mundial de la Juventud. 

Cientos de miles de jóvenes del todo el mundo se congregarán en esta nación para escuchar los mensajes del Sumo Pontífice y para convivir cristianamente durante esta jornada.

Será interesante escuchar las palabras de Su Santidad sobre el papel y el compromiso de los jóvenes hoy en día y además sobre temas cruciales en América Latina como la migración, la pobreza, corrupción y la falta de valores.

En su periplo desde Roma, el papa Francisco criticó el muro fronterizo de Donald Trump y es muy probable que se pronuncie en contra de las dictaduras como la venezolana.

Habrá que seguir con atención al Santo Padre.

Noticia final

Vaya desempeño de la película Roma y su director Alfonso Cuarón al recibir diez nominaciones de Oscars, cuyos ganadores serán anunciados en la ceremonia del domingo 24 de febrero.

Impresiona que se trata de una película mexicana, rodada en la capital de país, grabada en español y en mixteco, y con actores cien por ciento mexicanos, incluyendo la actriz principal Yalitzia Aparicio, quien sin experiencia en el cine está cerca de llevarse la estatuilla dorada por su soberbia actuación.

Lo único que incomoda es que algunos paisanos —son unos cuantos por suerte— critiquen el filme con cierta dosis de celos y envidia.

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