Priva el desencanto en México

Dejan mucho que desear los primeros cinco meses de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador que se cumplen mañana.

Las enormes expectativas que levantó el tabasqueño desde su contundente triunfo en julio del 2018 y hasta el primero de diciembre, se van desinflando paulatinamente ante una realidad complicada y cambiante que el nuevo régimen no ha sabido enfrentar.

El influyente diario Wall Street Journal tundió ayer sólido a López Obrador al destacar un saldo de 8,500 homicidios dolosos en los primeros tres meses del 2019 lo que significa un incremento del 9.6%.

Salvo la cacareada Guardia Nacional que no termina por hacerse realidad, las acciones en contra del crimen organizado y de la violencia urbana han sido ineficientes por no decir que nulas.

Al inicio de gobiernos anteriores cuando menos se lograba capturar a un capo famoso o a políticos delincuentes lo que generaba un ambiente de confianza hacia el nuevo régimen.

Con López Obrador pareciera que hay temor para enfrentar a los grandes criminales y ya no se diga a los delincuentes de la clase política que hoy parecen estar muy bien protegidos por el manto de Morena.

EL WSJ, rotativo neoyorquino especializado en economía y finanzas, señala que “el nuevo presidente va en la dirección opuesta, centralizando el poder, tratando de gobernar por decreto e intimidación y expandiendo el papel de los militares en el gobierno”.

AMLO –como todos sabemos—ha manejado sus relaciones políticas de manera caprichosa: toma decisiones en base a encuestas “patito”, decide con memorándums acciones que competen al poder legislativo, cancela obras sin ofrecer salidas viables como en el NAICM y a pesar de sus quejas de años anteriores, involucra al Ejército Mexicano en programas civiles y en obras que deberían estar dedicadas al sector privado.

A su vez asume posturas democráticas y de apertura como son las conferencias mañaneras, sin embargo arremete en contra de los medios más críticos del país porque no están a favor del régimen o porque simplemente no pueden ser controlados por el primer mandatario.

En materia económica los pronósticos de la mayoría de las empresas financieras de prestigio mencionan que el crecimiento de México en el 2019 será de apenas un 2% muy similar a la tasa registrada en el 2018 cuando se vivieron tiempos muy difíciles.

En cambio el vecino del norte, es decir Estados Unidos, anunció la semana pasada un crecimiento del Producto Interno Bruto del 3.2 durante el primer trimestre del año lo que representa un 50% más que la economía mexicana.

Para rematar se ha recrudecido en México el problema migratorio que se destapó a finales del sexenio pasado con la llegada de la primera caravana de centroamericanos.

Las acciones tomadas por el actual gobierno federal alentaron la llegada de inmigrantes a nuestro país pero sin resolver los efectos negativos que ello acarrea ni tampoco negociar con Estados Unidos un acuerdo migratorio multilateral.

Dentro del ominoso panorama hay indicadores positivos como es la paridad del peso-dólar que ha mejorado desde el mes de enero y el control de la inflación, sin embargo esto obedece más a factores externos que al crecimiento de la confianza en el país.

Es todavía muy temprano para evaluar algunas acciones acertadas del gobierno morenista como la austeridad en el gasto público, el apoyo a las clases sociales más desprotegidas y el combate a la corrupción al interior de la administración pública.

Habrá que seguir con interés y paciencia la evolución del régimen de AMLO que en estos primeros cinco meses quedó a deber en términos económicos y sociales.

La llamada Cuarta Transformación ha resultado hasta el momento una mera ilusión política.

Noticias finales…

A nivel regional también empieza a aparecer el fantasma del desencanto en municipios que fueron arrasados por Morena y que ahora no cuentan con un plan de trabajo efectivo y sólido.

Tal es el caso de Nogales donde no se advierten acciones firmes de gobierno ni tampoco obras urgentes como el recarpeteo de calles ante el grave deterioro del pavimento.

La frontera principal de Sonora vive a la deriva y basta pasearse por el primer cuadro para darse cuenta de su rezago histórico a diferencia de otras fronteras como Mexicali, Ciudad Juárez y no se diga Tijuana.

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