Desatienden freno económico

Debió caer como baldazo de agua fría al gobierno federal la información que dio a conocer el Inegi sobre la contracción al 0.17% del Producto Interno Bruto (PIB) del primer trimestre del año en curso con respecto al trimestre final del 2018.

Cuando tanto se habla de crecimiento, de acciones para la creación de empleos, de austeridad, de ahorros y de apoyo a los sectores más marginados, resulta que la economía no creció sino que prácticamente se estancó y estuvo a punto de registrar un decrecimiento.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las causas son claras: cierre de ductos para combatir al “huachicoleo”, bloqueos a vías férreas durante varias semanas y --la más importante— la cancelación del aeropuerto de Texcoco.

Como es de todos conocido, la economía no superó los malos augurios del tradicional arranque de sexenio, además en esta ocasión se combinó con efectos negativos y la incertidumbre creada por el régimen de AMLO ante el cúmulo de decisiones heterodoxas.

Fue tal el malestar de la clase gobernante que el propio presidente López Obrador tuvo que salir al paso de la noticia para asegurar que su gobierno “va muy bien y no hay subejercicio”.

El mandatario aprovechó la conferencia mañanera para rechazar el dictamen sobre el estancamiento de la economía con argumentos poco sólidos y comparaciones fuera de momento.

“Le recomendaría a los expertos y a los analistas conservadores que revisaran como fue el primer trimestre en el inicio de gobierno de Ernesto Zedillo”, sostuvo el primer mandatario.

Efectivamente tras el llamado “error de diciembre”, la economía mexicana cayó dramáticamente durante el año 1995, pero eran otras las circunstancias y nada tienen que ver con el momento actual.

El ex presidente Felipe Calderón comentó en un tweet que le parecía muy interesante que el Presidente comparara la situación actual con la peor crisis de México en los últimos 40 años y luego se cuestionó: “¿así de mal andamos?”.

Lo que no alcanzó a explicar López Obrador fue que al arranque de los últimos tres sexenios –desde Vicente Fox a Enrique Peña Nieto—no se presentaba un estancamiento de esta naturaleza.

Más todavía cuando analistas de prestigio advierten que con tal inicio de la economía, el PIB mexicano apenas podría crecer el 1% en el 2019 cuando las promesas del régimen morenista son de llegar al 4%.

Todavía peor: el gobierno difundió ayer un documento donde destaca que la economía mexicana crecerá a razón del 6% en el 2024, el último año del sexenio.

Todo esto será –dice—“como resultado de la implementación de las estrategias del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024”.

Entre las acciones se destacan “el estímulo a la inversión en infraestructura, inversión privada y finanzas públicas sanas”.

El fortalecimiento de los principios éticos y del mercado interno a través de la recuperación salarial serán factores claves para reactivar la economía, puntualiza.

Lo que francamente no entendemos es como un gobierno entrante puede anticipar un crecimiento económico del 6% cuando ningún país del mundo –salvo China y algunos tigres asiáticos—han alcanzado tales niveles en años recientes.

Bien dicen que el prometer no empobrece pero además como ya sucedió en México durante las crisis de los 80, ha llegado a tal extremo la incredulidad de la población que prefiere escuchar ofrecimientos en lugar de realidades.

Y claro los políticos están felices de lanzarlos y recibir votos a cambio.

Cabe señalar que AMLO no desmintió el informe sombrío del Inegi sobre la economía mexicana, pero tampoco le otorgó la importancia debida, muy a su estilo.

Noticias, noticias…

Cumplieron dos días las protestas masivas de ciudadanos venezolanos comandados por el líder opositor Juan Guaidó, en contra del dictador presidente Nicolás Maduro, quien se aferra al poder a pesar del rechazo nacional e internacional.

Creemos que no pasarán muchas semanas para que Maduro se vea obligado a buscar una salida política ante la grave situación de su país…

Felicitaciones al colega Joaquín López-Dóriga quien recibió esta semana en Madrid el premio Rey de España en reconocimiento a su trayectoria periodística de más de cincuenta años.

Joaquín ha tenido el talento y la habilidad para destacar en la televisión, la radio y la prensa mexicana.

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