Ahora se la quieren partir a López Obrador

El Tigre es el mejor amigo de los candidatos.
Florestán.

Por meses, los grandes y no tan grandes empresarios fueron cautivados con el nuevo discurso de Andrés Manuel López Obrador, el que hablaba de amor y paz, se presentaba como un moderado, alguien que había aprendido de las campañas anteriores, que ya no era, como gritaron y patrocinaron antes, un peligro para México, que bromeaban con él, le aplaudían, lo celebraban y aseguraban que había cambiado.

Y lo festejaron por el rechazo que tienen por el PRI al que acusan de ser la corrupción viva, queriendo ignorar que muchos de ellos han sido cómplices de esa relación delictuosa queriendo disfrazar que en un acto de corrupción empresario-funcionario, solo uno, el funcionario, es el corrupto y el empresario, no.

Pero resulta que de unas semanas para acá, centralmente desde el mensaje del tigre en la Convención Bancaria de Acapulco y la reivindicación de exigencias de los morenistas históricos, más algunas reuniones a puerta cerrada con integrantes de su gabinete presidencial y en encuentros, también privados con él mismo, empresarios y banqueros han comenzado a virar y a decir, en voz baja, no se atreven a levantarla o a decirlo públicamente, no vaya a ser que gane, que están apanicados.

Pero, insisto, no se atreven a ponerse de pie y gritarlo.
Y también son incapaces de apoyar un esquema de pesos y contrapesos. Por ejemplo, empujar en el Senado la aprobación del Fiscal General de la República y al fiscal y magistrados del sistema anticorrupción, atorados en esa cámara alta a diferencia de la Cámara de Diputados que pudo construir un compromiso público, cumplirlo y designar al nuevo auditor superior de la Federación, atorado desde el año pasado.

Y esos empresarios que dicen que hay que partírsela a López Obrador, lo que sería una locura que el país no resistiría, esconden la mano y la cara, y tampoco son capaces de promover esos pesos y contrapesos legales que el país necesita.

RETALES
1. SUPLENTES.- Dos sorpresas en las listas de candidatos plurinominales del PRI al Senado: que Miguel Ángel Osorio Chong haya pasado del segundo al cuarto lugar y hayan colocado de suplente a Frank Guzmán, jefe de la Oficina de la Presidencia, y que su lugar haya sido ocupado por Carlos Aceves, el frágil secretario general de la CTM, con José Calzada como suplente;
2. PERCEPCIÓN.- ¿Qué habrá visto, o sabido, Manlio Fabio Beltrones que anunció la víspera que no sería candidato a diputado del PRI? Porque a eso siguió la renuncia al partido de su leal escudero Canek Vázquez; y
3. CHIAPAS.- El Partido Verde nominó a Manuel Velasco como candidato a senador en el primer lugar de su lista. El gobernador no ha respondido ni resuelto. El que sí va al Senado por Morena es Eduardo Ramírez. Velasco resolvió que Roberto Albores fuera de unidad por la alianza PRI-Verde-Panal y dos locales. Del PAN-PRD-MC, va José Aguilar Bodegas y por Morena, Rutilio Escandón, expresidente del Tribunal de Justicia.
Nos vemos mañana, pero en privado.

TAGS: