Legisladores fantasmas e importamadrismo

La posverdad peca más de lo que incomoda la verdad.

Florestán

Nunca he sabido bien a bien por qué hay quienes llegan hasta la indignidad para alcanzar un escaño o una curul y cuando llegan, se van.

Son escandalosos los casos de legisladores que no se presentan durante semanas a las sesiones, los que pasan lista y se van y los que jamás han subido a tribuna, participado en un debate o presentado una iniciativa.

Obviamente no estoy generalizando, los conozco, de todos los partidos con calidad, entrega y responsabilidad, pero ellos también conocen a esos fantasmas que cobran puntuales para volver a desaparecer.

Un ejemplo se registró ayer por la mañana cuando se instaló la sesión de Congreso General para iniciar este periodo extraordinario en busca de sacar la reforma educativa del presidente López Obrador, tras un primer intento en el que el oficialismo perdió por un solo voto, por lo que se citó al extraordinario que comenzó esta mañana en un último intento de abrogar la mal llamada reforma de Peña Nieto.

Y así fue.

Pero, ¡oh sorpresa! Cuando se pasó lista en la sesión de Congreso General había ¡323! de los 500 diputados y apenas ¡73! de los 128 senadores.

Sí, sí había quórum pero no se puede entender que al inicio formal del extraordinario faltaran 177 diputados y 55 senadores.

Por eso apuntaba que no entiendo para qué pelear tanto una posición y abandonarla ni por qué el Poder Legislativo no aplica sanciones importantes para evitar ausentismo y brazos caídos.

Alguien me dijo:

-No te preocupes, para la votación estarán todos.

-Primero no me preocupo, -le respondí- y si por la noche estarán todos ¿por qué no pueden estar en la sesión formal?

-Ya sabes cómo somos… –atenuó.

-Sí, ya sé, -respondí- ya sabemos todos cómo son.

Pero eso no justifica ese importadrismo.

RETALES

1. HOY.- Antes de que se cerrara anoche la votación con la que los diputados aprobaron la reforma educativa, 396 votos contra 68, en el Senado se tomó una decisión sensata: no irse a la complicidad de la madrugada y ponerla a discusión y votación hoy.

Ricardo Monreal sabe que no tiene la mayoría calificada que sólo puede obtener con ausencias;

2. DESCONTÓN.- Alfonso Romo había dicho que la caída en el crecimiento del primer trimestre era una cachetadita.

Ayer su jefe lo corrigió y rechazó lo de la cachetadita de Romo y aseguró que vamos bien en lo económico.

Esa sí fue cachetadita; y

3. INCÓMODO.- No entiendo la necesidad de traer y cobijar a quien ha sido señalado como el autor del desastre económico de la expresidenta argentina Cristina Fernández, su secretario de Economía, Axel Kicillof, a quien desde el Gobierno le reconocieron muchas coincidencias en nuestras críticas al modelo neoliberal y señalaron al presidente Macri de la crisis, de lo que no es ajeno, claro.

Y órale Marcelo, a la operación cicatriz.

Nos vemos mañana, pero en privado.

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