Un jardín botánico para Hermosillo

Por Lara A. Cornejo Denman*

En Sonora se conocen 3,237 especies de plantas vasculares (es decir que tienen hojas, tallo y raíces) nativas, distribuidas en diferentes tipos de ecosistemas como el desierto, los matorrales, los bosques y los pastizales. La diversidad de ecosistemas en nuestro estado hace que tengamos especies de plantas representativas de climas muy secos, como las muy conocidas biznagas, ampliamente distribuidas en el noroeste del estado, hasta especies de climas más tropicales (y menos conocidas por los pobladores del desierto), como el palo barril, que es un árbol de corteza blanco-grisácea que se llena de bellas flores amarillas y se encuentra en el municipio de Álamos.

Una parte considerable de nuestras plantas y ecosistemas se encuentran en riesgo debido al intensivo cambio de uso de suelo, al uso urbano y agrícola del agua, a la sequía meteorológica, entre otros factores. La divulgación del conocimiento sobre la diversidad de plantas y ecosistemas es una tarea sumamente importante y necesaria si queremos forjar una comunidad que proteja y promueva la conservación de los recursos naturales. Es por esto que un jardín botánico en Hermosillo sería un proyecto ideal para promover una cultura ambientalmente responsable en nuestra ciudad.

¿Y qué es un jardín botánico? Es un lugar en donde hay colecciones de plantas vivas acomodadas en jardineras y senderos. Las plantas tienen etiquetas que indican el nombre común, el nombre científico y la familia botánica a la que pertenece la especie. A lo largo de los caminos hay letreros que describen el hábitat de las especies ahí mostradas y también información sobre sus usos y estado de conservación (amenazada, en peligro de extinción, sujeta a protección, etc.). El jardín botánico es un espacio para disfrutar del entorno natural y pasar un rato con la familia o amigos aprendiendo sobre plantas; también se puede aprovechar para enseñar a los niños y jóvenes sobre la importancia y la belleza de la naturaleza. Es conveniente que el jardín tenga infraestructura para cuidar a los visitantes del calor, como palapas de sombra, bebederos y una cafetería.

Para Hermosillo, lo más apropiado sería tener un jardín en donde se exhibieran las especies representativas del estado, lo cual incluiría en su mayoría diversas especies desérticas, por ejemplo, cactus como el saguaro y el pitayo, o leguminosas como el palo fierro y el palo verde. Esto es relevante porque los cactus representan el grupo de plantas con mayor número de especies endémicas en el estado. ¿Qué es una especie endémica? Son especies que se distribuyen solamente en un área o región determinada. Las especies endémicas de Sonora no se encuentran en ningún otro lugar del mundo y si se destruye su hábitat, éstas se pueden extinguir, perdiendo así una parte importante de nuestra diversidad biológica y cultural. Los jardines botánicos nos enseñan por qué es necesario conservar las especies y sus hábitats naturales.

¿Por qué es importante que Hermosillo tenga un jardín botánico? La mayoría de los jardines botánicos en México se encuentran en el centro y sur del país, en el norte hay muy pocos y en Sonora no hay ninguno. Un jardín botánico en Hermosillo puede servir como un área de conservación de especies y a la vez ser un centro de investigación, pero lo más importante es que sea un lugar en donde se acerca el conocimiento científico al público en general; también representa una alternativa de actividad al aire libre en un entorno natural y seguro, opción cada vez más buscada por los hermosillenses. El jardín botánico busca generar una conexión entre los miembros de la comunidad y la naturaleza, así como al interior de la comunidad misma, por lo que el espacio puede ser utilizado para el desarrollo de actividades culturales como conciertos, presentaciones y talleres.

El trabajo por el respeto a la naturaleza y los lazos comunitarios que puede ofrecer un jardín botánico, sin duda nos acercarían un pequeño paso más a la sustentabilidad que muchos Sonorenses anhelamos.

*Doctorado en Biociencias de la Universidad de Sonora y estudiante del curso de Sustentabilidad y Desarrollo del Posgrado en Ciencias Sociales de El Colegio de Sonora, línea de Desarrollo, Sustentabilidad y Género.

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