Chocan México y EU por reforma eléctrica; visos de ruptura

Chocan México y EU por reforma eléctrica; visos de ruptura, escribe Salvador García Soto (@SGarciaSoto) en #SerpientesYEscaleras

Como ha sucedido históricamente cuando hay reuniones privadas bilaterales entre México y Estados Unidos -pero se agudiza en la 4T- hay dos versiones encontradas de lo ocurrido en la reunión que sostuvieron el presidente López Obrador y el enviado especial de la Casa Blanca, John Kerry, el jueves en Palacio Nacional. Y en ese choque de versiones, que es también de visiones sobre el tema energético, se advierte ya un rompimiento entre la Casa Blanca y Palacio Nacional por el tema energético, ante la negativa mexicana a modificar la reforma constitucional que se discute en el Congreso.

Del lado mexicano, el mandatario afirma que en ese encuentro no se acordó crear un "grupo revisor" de su Reforma Eléctrica y energética; que sí lo propuso Kerry, pero que él se quedó callado y no lo aceptó; mientras que del lado norteamericano, Kerry y el embajador Ken Salazar, sostienen que sí habló del "grupo revisor", que el mandatario lo aceptó y que los representantes de Washington dejaron claro que la reforma lopezobradorista, tal como está, es vista con preocupación por su país por la posible violación del T-MEC.

El choque del jueves, en la que fue la segunda visita de Kerry para hablar del tema energético en el último mes, empieza a dejar claro que Estados Unidos y el gobierno de Joe Biden ya agotaron su paciencia en torno a la Reforma Eléctrica de López Obrador y que el mandatario mexicano no está dispuesto a ceder a las presiones de Washington ni a cambiar su iniciativa.

Ayer mismo, un día después de la reunión en la que acompañaron al Presidente mexicano y al enviado de la Casa Blanca para el Cambio Climático una veintena de empresarios estadounidenses del sector energético y el embajador Ken Salazar, por la parte visitante, además de la secretaria de Energía, Rocío Nahle, y el director de América del Norte de la Cancillería, Roberto Velasco, volvieron a aflorar las diferencias en el tema eléctrico y energético, que cada vez se ven más irreconciliables.

Por la mañana el presidente López Obrador desmintió los titulares de periódicos mexicanos que dieron por hecho la versión de Jonh Kerry y acusó al enviado de Biden de haberse “adelantado” a informar de un supuesto acuerdo para formar un “grupo revisor” de su Reforma Eléctrica, sin que él haya aceptado eso en ningún momento.

La descalificación pública que López Obrador hizo de las afirmaciones de Kerry tuvo respuesta ayer mismo desde Washington y la Embajada de Estados Unidos. En tono ya de ruptura, la representante Comercial del gobierno de Biden, Katherine Tai, acusó al Gobierno mexicano de incumplir sus promesas que hizo a la Embajada estadounidense en materia energética y acusó que, con la Reforma Eléctrica de López Obrador, México “está en retirada” en su política de impulsar energías limpias y apoyar las inversiones estadounidenses en esa materia, a las que se les abrieron las puertas en el pasado reciente.

Anoche, para que no quedaran dudas de que ya hay un rompimiento en el diálogo energético, Kerry y el embajador Salazar reiteraron, en un comunicado oficial, que EU está “preocupado por los cambios en la política energética de México que contempla la reforma energética” y eso incluye, dijeron, la posible violación del T-MEC, pone en riesgo “inversiones millonarias” y aumenta las emisiones de gases de efecto invernadero.

A partir de este punto de ruptura, en el tema eléctrico y energético, habrá que ver cuáles son las consecuencias. El Presidente mexicano olvida que nuestro país es socio comercial de Estados Unidos y que suscribió y aceptó firmar un Tratado Comercial que tiene reglas específicas y que contempla sanciones y penalizaciones para los países y gobiernos que incumplan ese acuerdo. Y ahí sí, cuando vengan las demandas y los castigos desde el T-MEC no habrá soberanía ni nacionalismo que nos salve.