Autonomía de la Corte

El ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, salió el jueves del Palacio Nacional, convencido —o al menos eso dijo en sus declaraciones— de que el presidente López Obrador respeta la autonomía e independencia de la Corte.

“No hay ningún elemento que haga pensar que la división de poderes está en riesgo; la Suprema Corte es y será autónoma e independiente. Una relación cordial y respetuosa con el presidente no implica en lo más mínimo sumisión”.

Pero ese mismo día, en el Senado de la República, el coordinador de la mayoría de Morena, Ricardo Monreal, tras desayunar chilaquiles con el jefe del Ejecutivo (en el mismo despacho donde recibió al ministro), presentó una iniciativa que propone, entre otras cosas, desaparecer al Consejo de la Judicatura Federal, aumentar el número de ministros de la Corte de 11 a 16 y crear, con los cinco nuevos ministros propuestos por el presidente, la nueva “Sala Anticorrupción” en el Poder Judicial.

“El Poder Judicial debe sufrir una sacudida”, decía ayer Monreal, a quien el desayuno vigorizante con el presidente ("el alimento más importante del día") pareció inyectarle fuerzas para revivir su embestida contra el único de los tres poderes que hoy no controlan ni Morena ni el gobierno de López Obrador.

Sobre el Consejo de la Judicatura, dijo que “debe desaparecer ese pesado órgano” y ser sustituido por otro que propondrá su bancada.

Al ministro Zaldívar parecían aplicarle el mismo día de su primer visita de cortesía al Palacio del Poder Ejecutivo, la vieja estrategia de “la zanahoria y el garrote”.

Porque mientras el presidente le hablaba de respeto total a la división de poderes y de no buscar influir en la Corte, desde el otro Poder, el legislativo, el líder del partido del presidente enderezaba sendas iniciativas para cambiar y “sacudir” al Poder Judicial que, en la visión morenista, adolece de graves problemas de corrupción, ineficiencia, elefantiasis y costos económicos excesivos para el Estado mexicano.

“VAN POR EL CONTROL DE LA CORTE”: OPOSICIÓN

Y aunque Monreal Ávila salió ayer por la tarde a dar conferencia y negó que aumentar a 16 el número de ministros sea para crear “una mayoría afín a la Cuarta Transformación” en la Corte, entre las bancadas de la oposición la iniciativa del coordinador de Morena sí busca hacerse del control mayoritario de los ministros, con el fin de rechazar cualquier controversia constitucional o solicitud de amparo que busquen combatir actos autoritarios del gobierno federal.

Andrés Manuel López Obrador y Morena buscan tomar el control de la Suprema Corte de la Justicia de la Nación y del Poder Judicial del país… Ampliar el número de ministros de 11 a 16 es una práctica muy vieja y muy conocida en el mundo, cuando alguien quiere controlar un órgano buscan ampliar los integrantes para nombrar nuevos y así tener mayoría”, cuestionó ayer en un video difundido en las redes sociales el senador del PAN, Damián Zepeda Vidales.

La iniciativa de Monreal modifica 7 artículos de la Constitución (94, 95, 100, 105, 107, 109 y 113) todos relativos al funcionamiento y facultades del Poder Judicial, además de proponer cambios a la Ley Reglamentaria del 105 Constitucional, la Ley de Amparo, la General del Sistema Anticorrupción y la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.

Con esta reforma, dice en sus motivos, “se contribuirá a dar mayor efectividad a los trabajos que se realizan desde el Poder Judicial, para atender los asuntos relacionados con la corrupción”.

Para ello propone cambiar la redacción del artículo 94 de la Constitución al que se le añade que en vez de once ministros, “La Suprema Corte de Justicia de la Nación se compondrá de dieciséis ministros y funcionará en pleno y en Sala”, además de agregarle que las sesiones sólo serán secretas por excepción, y que “dicha excepción no procederá tratándose de asuntos relacionados con anticorrupción, en cuyo caso las sesiones serán de carácter público”.

Sobre la nueva Sala Anticorrupción en la Corte, la iniciativa expone que dicha sala deberá juzgar las responsabilidades administrativas y delitos que tengan por origen hechos o actos cometidos por servidores públicos, además de determinar los daños y perjuicios causados a la Hacienda pública federal o al patrimonio de los entes públicos, y también tendrá competencia para recibir y resolver recursos de revisión administrativa contra las resoluciones del Consejo de la Judicatura Federal en materia de designación, adscripción, ratificación y remoción de magistrados y jueces.

MINISTROS DE 15 AÑOS Y MAYORÍA DE 11 VOTOS PARA CONTROVERSIAS CONSTITUCIONALES

Para integrar la “Sala Anticorrupción”, Monreal propone que se designe a 5 nuevos ministros a propuesta del presidente López Obrador y elección del Senado —es decir que ninguno de los 11 actuales podría formar parte de esa sala— y que esos nuevos ministros, que sumarían 16 integrantes a la Corte, se elijan la primera vez por un periodo de tiempo escalonados (dos de 7 años, dos de 12 años y uno de 15 años) y para la siguiente designación duren en el cargo 15 años cada uno de ellos.

También propone que sea el presidente, y no el Senado, el que defina cuánto tiempo durará cada uno de los nuevos 5 ministros en el cargo, y que se modifique el artículo 95 para agregar a los requisitos para ser electo ministro de la SCJN el “no haber sido condenado por delitos por hechos de corrupción”, además de que en el artículo 105 quede establecida una nueva redacción que indique que las Controversias constitucionales, que se interpongan contra disposiciones de las entidades federativas, los municipios, las demarcaciones de la Ciudad de México o la Federación, “sólo podrán declarar la invalidez de las normas impugnadas cuando hubiere sido aprobada por una mayoría de 11 votos”, y ya no de 8 votos como se establece actualmente.

Así es como la iniciativa de Monreal plantea una reforma completa al Poder Judicial y a la Suprema Corte, con el argumento de “mejorar y eficientar su trabajo”, aunque la oposición ve en estos cambios al máximo tribunal, un afán de control de la Cuarta Transformación, al único de los poderes que hoy no dominan.

El ministro presidente Arturo Zaldívar hoy se dice tranquilo de que no hay ninguna amenaza a la autonomía de la Corte y ningún intento de control del Poder Judicial desde el poder Ejecutivo.

¿Estará entonces de acuerdo con todos los cambios que propone Morena y su coordinador al Poder Judicial?

¿Se los consultaron durante su visita de esta semana a Palacio?

Porque si no, habrá que ver qué posición toma el presidente de la Corte y el resto de los ministros ante el contenido de esta “sacudida al Poder Judicial”.

Veremos si Zaldívar, que alguna vez como ministro le respondió al presidente Felipe Calderón que “no se olvidara que él representaba a otro poder autónomo del Estado”, cuando el mandatario le mandó recordar con Fernando Gómez Mont que “no se olvidará quién lo propuso” antes de presentar su sentencia condenatoria contra varios funcionarios calderonistas por la muerte de 48 niños en la Guardería ABC, hoy, ya como presidente de la Suprema Corte puede y quiere ejercer y defender su autonomía y la del Poder Judicial que encabeza.

NOTAS INDISCRETAS…

Donald Trump en la frontera resultó un petardo mojado y confirmó su bipolaridad política, luego de que la presión desde adentro de su propio país lo obligará a dejar de lado sus reiteradas amenazas de cerrar su frontera con México.

Fue tan notorio el cambio de discurso y personalidad de Trump, que hasta coincidió con el presidente López Obrador, que por la mañana se negó a criticar a su homólogo estadounidense y a apoyar los dichos de Barack Obama con una disertación sobre beisbol:

“Yo bateo, me gusta batear en una práctica de beisbol; muñequeo fuerte, bien, me relajo”, dijo el Presidente mexicano, mientras Trump, desde Calexico, en la frontera con México, reconoció que “el presidente López Obrador ha hecho una gran labor, están deteniendo a muchos migrantes y anotó un jonrón”.

No, pues ¡que viva el beisbol!… 

Ayer toda la Península de Yucatán se quedó a oscuras por el apagón de la CFE que fue atribuido a “un incendio de pastizales” por su director Manuel Barlett, quien por cierto se enojó y le respondió en Twitter a Felipe Calderón por decir que el apagón se debía a la falta de capacidad de los nuevos funcionarios de la CFE que “son personas muy leales al nuevo gobierno, pero sin capacidades técnicas en el sector”. 

Tómala, y que Barlett le contesta “Otra vez Calderón, como si supieras de electricidad. Secretario de Energía ignorante, al nivel de tu patrón Fox”. 

Zas, eso sí cala… 

Nueve horas de cierre de la principal avenida de la Ciudad de México, la de los Insurgentes, por un grupo de damnificados del sismo del 19-S inconformes con los programas del gobierno de Claudia Sheinbaum

¿En serio 9 horas de cierre de la principal vialidad de la ciudad y no hubo nadie en el gobierno capitalino que hiciera nada? 

Lo dicho, ante la confusión de un gobierno que cree que contener e imponer el orden es reprimir, vamos hacia el caos y la anarquía total en esta ciudad ya de suyo caótica…

Los dados cierran con Serpiente doble. 

Semana de contrastes.

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