Todo indica que 2019 será un año de retos

Y los retos implican el riesgo del fracaso y la oportunidad del éxito.

UNO DE los principales retos del nuevo gobierno federal será convertirse en factor de unidad y dejar de ser motivo de discordia.

Porque, finalmente, que un gobernante siga en campaña, así es la política.

Pero que siga generando divisiones, suena peligroso.

OTRO RETO para convencer en los hechos, ya no en el templete, que las nuevas formas de hacer política son en serio.

Hasta ahora se han visto más ocurrencias que proyectos concretos de políticas públicas.

Habrá que ver qué rumbo toma.

Y QUIENES también tienen un gran reto son los partidos de oposición: necesitan resucitar.

Su ausencia en el debate político es más que evidente y esos huecos hay que llenarlos de alguna manera.

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UNA DE DOS: o de plano a muchos se les ocurrió inscribirse en 31 de diciembre mientras preparaban el pavo... o en realidad la designación del Fiscal General de la República está más que planchada al gusto de Andrés Manuel López Obrador.

COSA DE VER que ayer en la mañana había 13 personas inscritas y a las 13:00 horas, cuando cerró el registro, la cifra llegó hasta 23.

¿Y qué creen?

Que la mayoría de los aspirantes es gente cercana al Presidente.

LLAMA la atención que el número de participantes es mucho menor que el que se vio en procesos similares a nivel estatal: por ejemplo, en la competencia por la Fiscalía de Nuevo León se anotaron 48 candidatos y para la de Sonora hubo 40.

CURIOSAMENTE uno de los anotados ahora es el actual encargado de la FGR, Alejandro Gertz Manero, de quien se había dicho que lo tomó por sorpresa el nombramiento pero que, por lo visto, ya le agarró el gusto.

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COMO QUE a Javier Jiménez Espriú se le olvidó que ganar el gobierno no significa perder los buenos modales.

Y es que a más de uno sorprendió la rudeza con la que el secretario de Estado trató a un ciudadano.

PORQUE, a fin de cuentas, José Antonio Meade es un simple ciudadano que subió a sus redes sociales una explicación, muy personal, de por qué la cancelación del NAIM le va a costar al país 145 mil millones de dólares.

POR LO VISTO, los cálculos que hizo el ex candidato priista irritaron al titular de la SCT que respondió con una descalificación:

“Son las cuentas alegres de un hombre triste”.

¡Ouch!

CON guante blanco, Meade le respondió que “como millones quiero que le vaya bien al presidente López Obrador”, pero que sin “adjetivos” ni “estridencias” insistía en que no debe cancelarse el aeropuerto en Texcoco.