Grave, muy grave…

GRAVE, muy grave, que el Presidente convierta su conferencia mañanera en el patíbulo de los jueces que dictan fallos que no son de su agrado, como ocurrió esta semana.

EL LUNES, Andrés Manuel López Obrador amenazó con acusar al juez Patricio Vargas ante el presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, por una decisión que no le gustó sobre el ex jefe policiaco Carlos Gómez Arrieta, sospechoso de tortura en el caso Ayotzinapa.

Y EL MARTES, cuando Vargas dictó una nueva resolución que sí le gustó, el jefe del Ejecutivo se congratuló por la “actitud receptiva y de colaboración” del Poder Judicial.

LO CIERTO es que la actuación de Vargas fue apegada a derecho y prácticamente de rutina tanto al conceder a Gómez una suspensión provisional, como al negarle la definitiva.

A COMO están las cosas, lo que menos necesita el Poder Judicial es que el Presidente dé la apariencia de que les truena los dedos a los jueces para que resuelvan ¡como él quiere!

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ALLÁ en Campeche dicen que la lujosa residencia de AlejandroAlitoMoreno se puede explicar muy fácilmente, pues desde hace años ha sido muy... ¿cómo decirlo?... “emprendedor”.

CUENTAN que al inicio del sexenio de Felipe Calderón, cuando el hoy gobernador con licencia era un joven senador, aprovechó su amistad con su paisano y entonces jefe de la Oficina de la Presidencia, Juan Camilo Mouriño, para hacer negocio.

SEGÚN dicen, “Alito” invitaba al hombre de confianza del Presidente a comer a un famoso restaurante ubicado en un hotel de Polanco y les cobraba a empresarios por conocerlo y sentarse con él unos minutos.

A LOS INTERESADOS les avisaba el día y la hora en la que estaría con Mouriño en ese lugar para que se hicieran los aparecidos.

Moreno los presentaba y después se levantaba “al baño” para que pudieran tratar su asunto a solas.

Y DICEN que por cada una de esas citas cobraba 500 mil pesos... o un porcentaje del “negocio”, si se cerraba.

¡Con razón tiene esa mansión!

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UNA BUENA: Andrés Manuel López Obrador comenzó a tener reuniones con empresarios y ya se sentó con grupos de Nuevo León y de Jalisco.

UNA MALA: Quienes asistieron cuentan que el Presidente nomás escuchó sus reclamos y propuestas... pero no se comprometió a nada.

UNA PEOR: Que el único que obtuvo algo concreto de esos encuentros fue el tabasqueño, pues pudo presumir su “cercanía” con la IP justo en la semana que le renunció Carlos Urzúa

¿A poco fueron reuniones sólo para la foto? 

Es pregunta sin flash.

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