Crónica de una tragedia: así ocurrió el accidente de la avioneta

HERMOSILLO, SON.- La tarde del sábado, lo que debió ser un viaje tranquilo, se convirtió en una tragedia que marcó a los sonorenses pues la avioneta XBH S W 4 0 1 con número de serie 4010234 que viajaba con 7 personas de Hermosillo a Tucson, Arizona, se estrelló.

Dos minutos bastaron para que todo cambiara y que 6 de esos 7 viajeros fallecieran.

La avioneta piloteada por Óscar Benjamín Rodríguez Barrón despegó a las 12:05 del Aeropuerto Internacional de Hermosillo y en la bitácora estaban registrados Leonardo Ciscomani Freaner, Óscar Benjamín Rodríguez Barrón, Rosella Freaner Figueroa, Raquel Tapia Miranda, Verónica Tapia Miranda y José Eliseo Ramírez Heredia.

De acuerdo con la página Flightradar24 que da seguimiento a más de 180 mil vuelos de más de mil 200 aerolíneas, que vuelan hacia o desde más de cuatro mil aeropuertos de todo el mundo en tiempo real, el vuelo de la Cessna, alcanzó 500 metros de altura a los seis segundos de despegar a 120 kilómetros por hora de suelo hermosillense.

Posteriormente a los 13 segundos, ya se encontraba a los 600 metros;en 45 segundos ya tenía los 900 metros de altura, empero, comenzó a perder velocidad y con ello también altitud.

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En el gráfico de vuelo se registró cómo la aeronave pierde velocidad y altura y el vuelo se vuelve errático, baja de manera súbita, intenta recuperar metros sobre el suelo pero en menos de 10 segundos ya se encontraba a 400 metros de la tierra y a una velocidad de 44 kilómetros por hora.

A ese nivel se pierde del radar.

La velocidad máxima que alcanzó fueron 134 kilómetros por hora y la altura de 900 metros sobre el suelo, para bajar de manera intempestiva y estrellarse a las 12:07. La avioneta golpeó con cables de alta tensión de una torre de la Comisión Federal de Electricidad.

Revelan detalles

Esta es una secuencia de audios entre la torre de control del Aeropuerto de Hermosillo y diversas aeronaves, entre ellas el Cessna 401 en la que viajaba el subsecretario Leonardo Ciscomani en el momento del accidente.

• La torre de control autoriza a despegar al Cessna 401, identificada como HSW (Hotel Sierra Wisky), en la pista 23. Las pistas del aeropuerto de Hermosillo tienen dos orientaciones: hacia el poniente despegan por la cabecera 23, y hacia el oriente por la cabecera 5. Le autoriza despegue por la derecha y hacia Tucson, dándole indicaciones sobre la velocidad del viento.
• Aproximadamente 4 minutos después, el controlador de la torre establece comunicación con otro avión, identificado como RHQ (Romeo Hotel Quebec), cuando de pronto recibe un mensaje del piloto del HSW, con voz nerviosa, indicándole que se regresaran a la estación (Aeropuerto) a lo que el controlador le pregunta que si lo hará de inmediato con un giro de 180º grados para aterrizar por la cabecera 5, o si hará patrón de regreso por la pista 23, lo que significaba dar toda la vuelta por el norte de Hermosillo y hacer el aterrizaje normal por la pista 23, a lo que el piloto le responde que “enterado”, por lo que el controlador le vuelve a preguntar que si cómo aterrizará, a lo que ya no hay respuesta.
• Unos dos minutos después, el Controlador le indica al CREI (Equipo de respuesta de emergencias del Aeropuerto), que al parecer el SW (Sierra Wisky) se acaba de accidentar aproximadamente a unas 4 millas del aeropuerto hacia el Wisky (WEST) o sea al Oeste. Desconoce las coordenadas exactas y que está por ubicarlo.
• El controlador le pide al otro avión RHQ (ROMEO HOTEL QUEBEC), que le preste auxilio despegando de inmediato ya que al parecer acaba de caer una aeronave y necesita su ayuda para ubicar dónde se encuentra el avión estrellado, indicándole que es un 401 (Cessna) al Wisky (Oeste), a lo que el piloto le indica que lleva pasaje, pero el controlador le insiste que entre por una de las calles de rodaje (Charilie) y que tome la distancia que requiera para despegar, hacer el reconocimiento y que despegue hacia ese punto.
• El RHQ le pregunta que si espera a que despegue un avión de Aeroméxico que se encuentra también rodando, a lo que el controlador le indica que despegue sin demora, que el Aeroméxico continuará a la espera, es decir, le da preferencia al avión pequeño para que despegue y haga el reconocimiento.
• El controlador indica que aún está checando las coordenadas donde pudo haber caído el avión, señalando que está aproximadamente a 4 millas del aeropuerto, que está fuera del lindero, es decir, de los terrenos del aeropuerto. Se indica también que un vehículo, sin especificar si aéreo o terrestre de comandancia del aeropuerto, se dirige al lugar. Nuevamente le indica al RHQ que despegue y que vuele hacia el área de la columna de humo que ya se divisa hacia el oeste del aeropuerto (wisky).
• La comandancia le pide al RHQ que le indique dónde está el humo. El piloto del RHQ le dice que lo vea a él para señalarle dónde está la columna de humo y el momento en que pase por arriba de dicha columna.
• El piloto del RHQ señala que se encuentra exactamente arriba de donde está la columna y que ve el avión hecho pedazos. Se le aprecia el pesar en su voz. Luego, se escucha comunicación entrecortada con la comandancia del aeropuerto. Después, le pregunta a comandancia que si ya ubicaron la columna de humo y le confirman que sí. Señala que continúa con su ruta; le duele de que los pasajeros del avión son conocidos y amigos suyos. En ese momento, el controlador de la torre le agradece su ayuda.
• El piloto del RHQ le indica a la comandancia que el avión se encuentra a no más de una milla de “La Planta” refiriéndose con eso a la planta de Unión Fenosa que se encuentra al parecer, al Oeste.

Tras su desplome, tres pasajeros y uno de la tripulación murieron en el siniestro y tres más (piloto y dos pasajeros) fueron trasladados por rescatistas para que recibieran atención médica de emergencia, sin embargo, de ellos dos más murieron y en la lista de los nombres de las víctimas mortales están: Leonardo Ciscomani Freaner, José Eliseo Ramírez He- redia, Rosella Freaner Figueroa, Raquel Tapia Miranda, Verónica Tapia Miranda, Óscar Benjamín Rodríguez Barrón.

Foto: PEPE ÁVILA EXPRESO

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