¿Se acabó el amor? Pandemia también incrementa 200% los divorcios

“Los niños y niñas pasan en convertirse en objetos de esta guerra… uno de los métodos más frecuentes para causar daño a la otra persona".

HERMOSILLO, SON-. El confinamiento tras pandemia por Covid-19 originó en América Latina un incremento de hasta el 200% en separaciones y divorcios, de lo cual se derivan casos de sustracción de menores, violencia intrafamiliar y feminicidios, informó Juan Martín Pérez García.

En noticiero para Expreso 24/7, edición matutina, con Lorenza Sigala, el Coordinador de Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe, explicó que la causa de esta situación se podría explicarse a que actualmente se vive un cambio donde las relaciones están en crisis porque la forma de tradicional del núcleo familiar ya no funciona.

“La forma vieja del hombre como hombre dueño de la mujer, hijos y solo proveedor ya no funciona, necesitamos familias donde los hombres ya nos comprometamos donde no ejerzamos violencia y podamos comprender que cada integrante de la familia tiene derechos”, dijo.

Resaltó que ante un conflicto familiar, tanto las madres y padres, como adultos en general, deben estar conscientes de que la protección de las niñas y niños es responsabilidad de todos ya que en problemas parentales, por tradición vieja, se maneja a niños como objeto de propiedad familiar.

Es por esto que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha generado varios lineamientos para orientar a los jueces correspondientes para que cuando enfrenten este tipo de casos en el tribunal tengan como prioridad los derechos de la niñez, puntualizó Pérez García.

“Los niños y niñas pasan en convertirse en objetos de esta guerra… uno de los métodos más frecuentes para causar daño a la otra persona es negar el contacto con el niño o niña y en muchas ocasiones esto se puede traducir a sustracción”.

A padres que se encuentren en tal proceso conflictivo, o personas que conozcan a quienes vivan esta situación, recomendó escuchar y ser un referente de confianza para el menor. Así como, a los adultos para que busquen una solución mediante la mediación sin olvidar que lo primordial es respetar los derechos de las niñas y niños.

“No es una batalla de poder, yo gano, yo controlo, yo impongo, a veces son cosas tontas como ‘si no llegas alas 10 en punto no te llevas a los niños’, sí necesitamos ser más flexibles y comprender, que entendamos que lo que no estamos haciendo bien le perjudica a los niños y no a nosotros como personas adultas”.