La voz, la estatura, las facciones, hasta los gestos, todo fue capturado en este holograma de última generación, que el público podrá ver a partir de este jueves en la Biblioteca y Museo Presidencial de Ronald Reagan, ubicada en Simi Valley, a 57 kilómetros al Noroeste de Los Ángeles.

Como en las escenas de la película Star Wars donde aparece la princesa Leia, el fallecido mandatario aparece en tres escenas: la primera abordo del antiguo tren presidencial Ferdinand Magellan, que el equipo de Reagan trajo de vuelta para un evento de la campaña de reelección en Ohio en 1984.

La segunda en su Rancho del Cielo en California tras montar a caballo con Nancy; y finalmente en la Oficina Oval, donde trabajó ocho años.

“Da la sensación de que estás ahí mismo con el presidente Reagan, como si estuvieras parado justo ahí con él”, señaló John Heubusch, quien conoció personalmente al mandatario y hoy dirige su museo.

Para recrear al mandatario se contrató un actor, que tuviera el peso y tamaño similar al que Reagan tenía en la época en que fue electo.

El doble estudió sus movimientos de los hombros para abajo para reproducirlos.

Esta recreación llevó cuatro años y una inversión de más de un millón de dólares.

La cabeza precisó un modelo tridimensional de silicona que fue adaptado en la imagen final.

Joanne Drake, portavoz y asistente de Ronald Reagan, afirmó sentir una mezcla de miedo y emoción al ver terminado el holograma del expresidente.

“Mientras trabajé en el proyecto durante los últimos dos años, quería acercarme a él y tocarlo”, recordó Drake.

“Tuvimos la oportunidad de subir al escenario mientras probábamos profundidad y todo lo demás, y fue un poco aterrador pero muy emocionante poder verlo de nuevo”.

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