Paris Hilton habla abiertamente de su diagnóstico de TDAH

La socialité busca empoderarse tras la revelación de su Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

Paris Hilton, reveló recientemente su diagnóstico de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Lejos de avergonzarse o cohibirse, la socialité ha convertido su experiencia en una fuente de inspiración para millones, al demostrar cómo ha transformado lo que una vez consideró una limitación en un "superpoder".

En un ensayo publicado en la revista Teen Vogue, la empresaria describió su lucha inicial con el estigma asociado al TDAH. Sin embargo, con el tiempo, ha logrado redefinir su perspectiva y celebrar la singularidad que le otorga esta condición. 

"El TDAH no es una limitación, es un superpoder", afirmó Hilton a la vez que destacaba cómo su cerebro, "zigzaguea y explora territorios inexplorados", y le ha permitido ser una pionera en su industria.

También atribuye su éxito a su capacidad de "hiperconcentrarse" en sus pasiones y a su mente creativa, la cual constantemente busca nuevas ideas y desafíos. 

"El TDAH es la razón por la que he sido capaz de anticiparme a las tendencias, me ha dado la creatividad para construir un imperio", comentó.

Pese a todo, admite que el TDAH puede ser abrumador y agotador, pero trabaja en estrategias para sobrellevarlo y sacarle el mayor provecho.

"Pero seamos realistas: El TDAH también puede ser abrumador y agotador porque mi mente está constantemente zumbando con pensamientos, ideas y distracciones. La gente a menudo ve mi lado glamuroso y exitoso, pero entre bastidores, hay días en los que el ruido dentro de mi cabeza puede ser tan fuerte que es difícil encontrar claridad", indicó.

"Con el tiempo he aprendido a gestionar mis momentos difíciles estructurando mi vida, estableciendo sistemas que me mantienen con los pies en la tierra y rodeándome de un equipo que entiende cómo trabajo mejor. Uno de mis trucos favoritos es escuchar todo lo que leo en audio. Pero incluso con estas estrategias, hay días en los que el TDAH puede parecer una tormenta en la que tengo que navegar, y no pasa nada. Es parte del viaje, y he aprendido a concederme gracia en esos momentos", explicó.