Así fue el espectacular concierto de cierre del FAOT 2022
La última "Noche de Gala" del Festival Alfonso Ortiz Tirado cerró con un concierto de lujo interpretado por el tenor Javier Camarena, acompañado de su pianista habitual, el maestro Ángel Rodríguez.
ÁLAMOS, SON.- La última "Noche de Gala" del Festival Alfonso Ortiz Tirado cerró con un concierto de lujo interpretado por el tenor Javier Camarena, acompañado de su pianista habitual, el maestro Ángel Rodríguez, quienes por más de una hora hicieron vibrar las emociones del público asistente al Palacio Municipal de Álamos.
El programa incluyó algunas de las arias, y canciones napolitanas y mexicanas más representativas del repertorio lírico de Camarena, quien presentó en tierras sonorenses el recital con el que está celebrando diez años de colaboraciones con Ángel Rodríguez, y que estrenó en una gira reciente por España.
A través de las óperas de Léo Delibes y Jules Massenet, Camarena demostró por qué es considerado como uno de lo tenores favoritos de su generación por la elegancia de su canto, su timbre soleado y un virtuosismo natural, solicitado en los escenarios más importantes del mundo.
El tenor veracruzano también rindió un homenaje a la música mexicana con un popurrí de la compositora Consuelo Velázquez formado por los temas "Enamorada", "Amar y vivir" y "Que seas feliz"; y con la interpretación de "Por si no te vuelvo a ver" de María Grever.
Por su parte, el maestro Ángel Rodríguez interpretó en solitario, y con arreglos propios, canciones de Georges Bizet y Gerónimo Jiménez, esta última llevándose la primera ovación de pie de la noche.
Camarena regresó al escenario para dar el cierre con "No puede ser" y "Canto porque estoy alegre" de los compositores españoles Pablo Sorozábal y Antón García Abril, respectivamente, a lo que el público respondió con otra ovación de pie que se prolongó durante un minuto.
Los músicos respondieron la acogida del público presente interpretando tres piezas más, en la que destacó "Malaguela salerosa", haciendo que los escuchas no se cansaran de aplaudir de pie canción tras canción, gesto que conmovió a los músicos que se llevaron la mano al pecho y el cariño de un festival que cerró de esta exitosa manera su 37 edición.