Zara Monrroy preserva la cultura comcáac a través de la música
Roxana Sarahí Romero Monrroy es el nombre de la artista, misma que desde temprana edad ha servido a la comunidad comcáac para preservar su cultura, tal y como busca hacerlo con su música.
Para preservar su cultura y sostener a su familia, Roxana Sarahí Romero Monrroy se desempeña como embajadora cultural de la nación comcáac. El centro de su actividad está en la música, tanto en su aspecto tradicional como en la producción de géneros modernos. Su camino comenzó con la gestión ante necesidades básicas.
“Me dedico a la promotoría cultural de mi pueblo, pero primeramente fui gestora para la comunidad; iba a Hermosillo a gestionar apoyos inmediatos para solucionar problemáticas en el tema del agua, el derecho a la salud y demás. Ya de ahí partí a representar la cultura en varios estados de nuestro México”, contó Monrroy.
A los 16 años comenzó con las actividades de promotoría y gestión que la llevarían a recibir el apoyo y reconocimiento del Consejo de Ancianos de su pueblo; en cuanto a la música, lo detonante ocurrió en su infancia y se relaciona con la cercanía de su padre con la música.
“Yo cantaba en español, era música cristiana, porque mi papá era músico y fotógrafo y practicaba esa religión, así empecé con esa inquietud, a conocer ese mundo, de qué se trataba, pero desde chiquita soñaba que yo cantaba”.
Experimenta con la música
Más adelante visitó la Ciudad de México. Allí conoció una parte de la cultura de la que había estado alejada y, entre ello, nació su gusto por el rap. El resultado es latente al día de hoy, como ejemplo está su álbum Viento y Vida, disponible en YouTube y Spotify: una fusión que se pasea por el rap, la cumbia y el reggae con una base establecida en su lengua y cultura materna.
Lo último se manifiesta, además, en que Zara Monrroy, nombre artístico de Sarahí, trabaja actualmente en un álbum que tendrá un corte más tradicional. El objetivo, nos cuenta, es preservar su lengua y ayudar a su comunidad.
“Se trata de música medicina. Lo vamos a publicar para que todas las personas que están de afuera y son de la comunidad, puedan tener la música medicina para dar las ceremonias”, explicó, para luego recordar que los cantos de su nación “también son rezos”. Es por ello que se cantan a capela, aunque Zara se permite experimentar.
Dicha experimentación no fue bien recibida en sus inicios. Compartió que, aunque actualmente hay jóvenes de la comunidad que escuchan su música, antes de ello debió superar cierta estigmatización, ya que una parte de la población la rechazó por no mantenerse completamente dentro de lo tradicional.
Impulsa a su gente
Al día de hoy, Sarahí ha conseguido realizarse personalmente y preservar su cultura a la vez: a ello se suma que su trabajo de promotoría cultural ha impulsado a un gran número de mujeres y hombres de Punta Chueca; entre ellos, su madre.
“Yo saliendo así, haciendo esto, ayudo a mi mamá a que haga su gastronomía y venda. Ya no estoy sola, ya no voy sola: si no va todo el pueblo, al menos va un pedacito”.
Finalmente, la artista, gestora, promotora y embajadora cultura de la nación comcáac, compartió un mensaje para los lectores, invitándolos a conocer.
“Acérquense a las comunidades originarias, tienen que visitarnos, conocernos realmente. Somos parte de su historia, somos parte de la identidad y siento que lo importante es que podemos trabajar en conjunto. Solamente se requiere pedir permiso, saber hablar y decirnos qué quieren, qué necesitan. Vengan a ver las fiestas, es muy bonito, me interesa que conozcan y no tengan una idea negativa de nosotros”.