Milei busca cambiar la narrativa golpista; los desaparecidos, 'un invento'
"Milei busca cambiar la narrativa golpista; los desaparecidos, 'un invento'", escribe Irene Selser en #Entrevías
Miles de argentinos se manifestaron el lunes 24 de marzo en la céntrica Plaza de Mayo, en Buenos Aires, en un acto unificado de activistas pro derechos humanos y opositores, para conmemorar los 49 años de la última dictadura militar, encabezada por el general Jorge Videla (1976-1983), que dejó miles de encarcelados, muertos, exiliados y unos 30 mil desaparecidos, negados hoy por el presidente Javier Milei.
En el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, un feriado inamovible en el país, organizaciones humanitarias, partidos de oposición, sindicatos y movimientos sociales y de estudiantes convocaron a la marcha que bloqueó el zócalo capitalino exigiendo justicia y en contra de las políticas económicas del derechista Milei, otro presidente “MAGA” (Make Argentina Great Again), como lo nombró en un juego de palabras su par estadounidense y aliado, Donald Trump.
En la marcha participaron las legendarias Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, que aún buscan a sus hijos e hijas desaparecidos y a sus nietos robados. Consideradas internacionalmente como pioneras de los derechos humanos y la democracia, las Madres se formaron en 1977 desafiando al régimen. Daban vueltas cada jueves en la Plaza, frente a la Casa Rosada, sede del gobierno, con pañuelos blancos en la cabeza y el lema “Vivos los llevaron, vivos los queremos”.
También en ese año Estela de Carlotto, hoy de 94, creó las Abuelas a fin de localizar y restituir a sus legítimas familias a todos los niños y niñas nacidos durante el cautiverio de sus madres en centros de represión clandestinos y apropiados por los militares. Se estiman en 400 los niños robados, de los cuales las Abuelas han identificado y restituido a 139 de ambos sexos. Hace dos meses fueron hallados otra nieta y nieto que ignoraban sus orígenes.
En el acto del lunes, Carlotto llamó al Estado “a garantizar la restitución de nietas y nietos. La apropiación es una desaparición forzada y hasta tanto no se conozca la verdadera identidad se sigue cometiendo”, dijo. Reiteró la exigencia de castigo a los responsables de los crímenes como una forma de garantizar que “nunca más” se repita la historia.
“¡Milei, basura, vos sos la dictadura!”, gritaba la gente con banderas argentinas y pancartas con la leyenda “Nunca más”. Una expresión que alude al informe del mismo nombre o “Informe Sabato”, publicado en septiembre de 1984 por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep), creada en 1983 por el gobierno democrático de Raúl Alfonsín. El reconocido escritor Ernesto Sabato presidió la comisión encargada de investigar las violaciones de derechos humanos, en particular la desaparición de personas. Fueron recibidos miles de testimonios y se verificó la existencia de cientos de lugares clandestinos de detención.
Simultáneo a la marcha, el gobierno anunció la esperada “desclasificación total” de los archivos de Inteligencia sobre el accionar militar en 1976-1983, aunque no detalló su contenido. En paralelo, la Casa Blanca difundió en su cuenta de X un breve video institucional calificando de “invento” la cifra de los desaparecidos, que finalmente es una estimación abierta, como decir los “seis millones de judíos” asesinados por los nazis. La desclasificación de los archivos da cumplimiento al decreto 4/2010, dictado en 2010 por la entonces presidenta Cristina Kirchner, el cual ha sido implementado a medias.
Milei también defiende una visión “completa” del golpe de 1976, según la lógica de las Fuerzas Armadas que justifican el terrorismo de Estado como respuesta al “terrorismo de la subversión marxista”.
Desde que asumió el poder en diciembre de 2023, Milei dispuso recortes de fondos y despidos en la Dirección Nacional de Sitios y Espacios de Memoria, en la Secretaría de Derechos Humanos y en los sitios emblemáticos de memoria donde funcionaron cárceles y centros de tortura como la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma).
No es la primera vez que la cifra de desaparecidos es tema de debate en Argentina, una polémica más ideológica que estadística. De hecho, en el primero de dos volúmenes del “Nunca Más”, de 500 páginas cada uno (Eudeba, 1984) se afirma en las Conclusiones (pág. 479) que “la Conadep estima en ocho mil 960 el número de personas que continúan en situación de desaparición forzosa (si bien) esta cifra no puede considerarse definitiva ya que son muchos los casos de desapariciones que no fueron denunciados”.
El Ejército argentino habla a su vez de “unas 22 mil las personas muertas o desaparecidas” entre 1975, cuando se desató la represión paramilitar previa al golpe y mediados de 1978, según sus propias fuentes compartidas al Ejército de Chile (“El Ejército admitió 22 mil crímenes”, La Nación, 2006).
El reclamo del lunes no se quedó en los derechos humanos y en una proclama pública los participantes rechazaron las políticas de Milei de desmantelamiento del Estado, empobrecimiento de las familias y destrucción de la salud pública, además de reclamar la “defensa incondicional de la educación pública, gratuita y laica en todos los niveles”, en riesgo hoy por el desfinanciamiento a la enseñanza.
También condenaron la represión a los jubilados, que cada miércoles protestan ante el Congreso por el ajuste a la baja de sus pensiones. El 12 de marzo, la policía reprimió con violencia la marcha e hirió de gravedad con una granada de gas lacrimógeno en la cabeza al fotoperiodista independiente y activista de 35 años, Pablo Grillo, que sigue hospitalizado.
La Asociación de Reporteros Gráficos de Argentina (Argra), de la que Grillo es parte, condenó “por ilegal e inconstitucional” la agresión de los agentes antidisturbios, con saldo de más de 120 detenidos y 46 heridos, entre ellos hinchas de clubes futbol que salieron en apoyo de los pensionados.