La derecha no tiene quien la escriba
"La derecha no tiene quien la escriba", escribe Epigmenio Ibarra en #Itinerarios
Ya no hallan qué hacer ni qué decir.
Se desfondó el discurso de las y los más influyentes líderes de opinión. Se vino abajo la coartada elaborada y repetida en todos los espacios a su disposición por los más ilustres intelectuales.
No tiene la derecha conservadora en México quién la escriba, quién la piense, quién la invente, quién -con cierto decoro e inteligencia- la defienda con argumentos en los medios de comunicación masiva.
No hay tal deriva autoritaria, no vivimos sometidos a una tiranía; la democracia en nuestro país -cuya muerte llevan meses y años pregonando- goza, como nunca antes en la historia, de cabal salud.
Tampoco hay supeditación ni ruptura entre Claudia Sheinbaum Pardo y Andrés Manuel López Obrador.
El anunciado "Maximato" es sólo la obsesión misógina de unos cuantos. El deslinde que esperaban jamás se produjo y menos todavía la rectificación -hacia la derecha o el centro- del rumbo del país que consideraban inevitable.
Ante el espejo sueltan hoy, rabiosos y resentidos, sus peroratas quienes aún no aceptan que la realidad les dio la espalda.
Fueron soporte esencial del viejo régimen y sirvieron para frenar el ascenso de la izquierda al poder hasta que en 2018 se produjo una insurrección pacífica y democrática, que aún no aceptan ni comprenden.
Ante el colapso del PRIAN se sintieron capaces de asumir el liderazgo de la oposición en México; de suplantarla más bien.
Fracasaron en su intento de defenestrar a Andrés Manuel, inventaron una candidata y fueron derrotados por Claudia quien los rebasó por la izquierda.
En todas las batallas que han librado desde entonces también han sido derrotados.
Fallido resultó su discurso de la sobrerrepresentación.
Inútil su defensa del Poder Judicial.
Monopolizan, es cierto, los espacios más importantes en los medios, pero han perdido credibilidad e influencia.
Mentira que les fallara la oposición conservadora, la candidata a la que vendieron como un “fenómeno” o los partidos políticos.
No les falló el pueblo de México que dejó de seguirles.
Fallaron ellas y ellos por no someterse, "a la única dictadura -a la que como decía Carlos Payan- es licito someterse; la de los hechos”.
Epigmenio Ibarra
@epigmenioibarra