Artesanos y comerciantes han "tejido" la historia de la colonia Olivares
Los colonos han forjado lo que hoy conocen como una buena zona para vivir en Hermosillo, pues desde su fundación hace 68 años, este sector de la ciudad se ha fortalecido con ayuda de los comerciantes y sus vecinos.
El arraigo de sus habitantes y la permanencia de los negocios locales guardan una estrecha relación en la colonia Olivares de Hermosillo, misma que, fundada 68 años atrás, ha sido testigo de una buena parte de la historia reciente de la ciudad.
Ejemplo de ello es la historia de Macario Pérez Robles, fundador de Mueble Hogar, una empresa familiar que fue fundada en 1988 y que se asentó en la colonia Olivares en el año 1999. Desde entonces, se ha dedicado a vender muebles fabricados por él mismo y ha desarrollado una cercanía con la gente que ha perdurado por generaciones.
“Como tengo muchos años, de todo Hermosillo vienen (a comprar); antes la gente era menos, pero ha crecido junto a sus familias”, dijo el carpintero.
Pérez Robles recordó la ocasión en que lo visitó un antiguo cliente con su hija: “La otra vez vino un señor a comprar y me dijo, ‘hace muchos años vine a comprarle una base antes de mi boda, hoy vengo a comprarle una a mi hija porque se va a casar’”.
Gracias a estos lazos, comentó, ha superado crisis económicas que han significado una reducción de hasta 70 por ciento en sus ganancias durante la última década. La solidaridad y la empatía han sido clave para Macario.
“Si vienen los vecinos y me piden ayuda, cualquier cosa que yo pueda, lo hago. A veces vienen y me dicen cosas como ‘fíjese que se me rompió esta silla’: yo aquí la agarro, la arreglo y no cobro. ¿Para qué la van a mandar al taller si no me cuesta nada hacerlo? Trato de ayudar siempre que pueda”, compartió.
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Frente al parque Copacabana, uno de los lugares más icónicos de la colonia, se encuentra Mercedes Busani Enríquez, costurera que, tras 25 años de brindar sus servicios de reparación de prendas, ha llegado a conclusiones similares.
“Tengo 25 años trabajando aquí en mi casa, me va bien. Hoy tengo muchos más clientes que cuando empecé porque las mismas personas me recomiendan. Aquí en la colonia todos son mis clientes, pero nunca he volanteado ni promocionado”, comentó.
A pesar de que en 25 años el precio de un hilo de cono subió de 20 a 60 pesos, aproximadamente, el trato humano con la clientela se ha traducido en la prosperidad de su emprendimiento.
“Por una bastilla, cobro unos 60 pesos, por ‘meterle’ a una prenda, 70 y por un botón de presión, 20 pesos. No sé como cobran los demás, pero yo pongo los precios viendo (la situación de) la gente”, compartió.
Baja la inseguridad
La cercanía entre las personas que habitan la colonia Olivares se ha intensificado en los últimos 10 años, periodo en el que, a juicio de los vecinos, comenzó a bajar la inseguridad por el creciente desarrollo del parque Copacabana. A partir de entonces, más familias visitan este espacio para convivir de manera saludable.
En dicho sentido, hoy se cuenta con diversas organizaciones civiles y ciudadanía en general que asisten al parque de manera periódica. Tal es el caso de Rescate Juvenil, una agrupación deportiva-militarizada que trabaja con jóvenes a partir de los 11 años.
“Trabajamos enseñándoles a ellos defensa personal, artes marciales, disciplina militar, banda de guerra, escolta de bandera, primeros auxilios, entre muchas cosas más”, dijo Zaid Alejandro Pacheco Córdova, sargento primero de Infantería en la agrupación a 5 años de su fundación.
Este parque ha sido uno de los puntos de reunión de la agrupación debido a la infraestructura deportiva y la ubicación céntrica con la que cuenta. De modo que con frecuencia es posible encontrarles ofreciendo sus servicios de manera gratuita.
Es así como, desde hace casi 70 años, la colonia Olivares se ha construido a partir de lazos comunitarios entre sus comerciantes y el fortalecimiento de la principal área verde con la que cuenta. Gracias a ello, hoy sus habitantes la catalogan como un buen lugar para vivir.