Día del Ingeniero: Jesús Fernando, "constructor de obras y de generaciones"
Este 1 de julio se celebra el Día del Ingeniero.
Desde el 1 de noviembre de 1986, Jesús Fernando García Arvizu integra el Departamento de Ingeniería Civil en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Sonora, pero su historia como ingeniero comienza un poco más atrás, desde que finalizó la preparatoria en el Colegio de Bachilleres (Cobach) en 1980.
Comenzó a trabajar en la empresa Ingenieros Civiles Asociados (ICA), que en ese momento estaba haciendo la cementera nueva, conocida también como la Cementera Yaqui, a 26 kilómetros de la ciudad, en la salida a Sahuaripa, donde se establecería la cementera que estaba ubicada en el casco urbano del Hermosillo de aquella época.
En esa compañía tuvo su primer acercamiento con la ingeniería, pero los azares de la vida lo empujaron a trabajar para la Comisión Federal de Electricidad, como liniero, en San Luis Río Colorado por un año, y fue hasta entonces que comenzó oficialmente a estudiar Ingeniería Civil en la Universidad de Sonora.
“Muchas personas del gremio y compañeros de trabajo me decían que ya estaba muy viejo para iniciar la carrera de Ingeniería Civil, pero yo hice oídos sordos porque esa era mi pasión. Recuerdo que inicié en febrero de 1982 cuando se hacían las inscripciones semestralmente, entré y pasé todas las materias con muy buen promedio, aunque me tardé cinco años y medio”, compartió.
Tras la experiencia como estudiante decidió continuar perfeccionando la profesión y comenzó estudios de maestría de Administración de Negocios enfocada a la Ingeniería Civil.
Cursando el posgrado asumió el cargo de Secretario Administrativo del Departamento de Administración hasta 1986, cuando pasó a ser Coordinador de Posgrado en Ingeniería Civil enfocado a la administración de obras.
Con ganas de más conocimiento, Arvizu decidió continuar estudiando el campo de la Ingeniería Civil y por ello se inscribió en un doctorado en Construcción en la Universidad Politécnica de Madrid, en el cual se especializó en la gestión de negocios asociados a la construcción con enfoque en la gestión de riesgos en todos los procesos constructivos.
“Después de esa experiencia me regresé a Hermosillo y comencé a formar parte del núcleo académico del Departamento de Ingeniería Civil de la Facultad de Ingeniería y durante cuatro periodos consecutivos fui el Presidente de la Academia de Construcción de la Unison”, contó.
Nuevas generaciones
A lo largo de su carrera ha contribuido en la realización de casi 200 tesis, de las cuales 25 por ciento ha estado como director y en las otras como sinodal o integrante del tribunal, mientras que en la gestión de obras constructivas acumula también unos cuantos proyectos en Sonora y otros estados de México.
“A inicios de plena pandemia ocupé un cargo durante dos años en la American Concret Institute (ACI), lo que me dio una alegría inigualable porque fue un reconocimiento a todos mis años de trabajo, pero sinceramente el mejor proyecto de construcción que he gestionado en la vida es mi familia”, agregó.
Su producción de artículos de divulgación científica ronda los 38 textos, según recuerda, los cuales están publicados en revistas de Chile, Argentina, Ecuador, Cuba, Costa Rica, Colombia, Brasil, España y por supuesto de México.
Señaló que, a pesar de que la Unison gradúa aproximadamente 150 ingenieros cada semestre, continúa existiendo un déficit en la oferta académica de las ingenierías en Sonora, ante la demanda que tiene la figura en estas sociedades globales que están creciendo de manera constante.
Comentó, con toda la autoridad que sus años de experiencia profesional le confieren, que la Ingeniería es una ciencia que siempre va de la mano de la tecnología y que el desafío de los nuevos ingenieros que ingresan a estudiar es, además de lo que ya se maneja en la academia, saber manejar los softwares para el trabajo y, por supuesto, estar al día con las tendencias que salen al mercado.