Emilio y María: un matrimonio conectados con el mar y el buceo
Este matrimonio de Bahía de Kino tiene un sinfín de historias en su vida como buzos.
En Bahía de Kino, dos buzos con 60 años de unión matrimonial, tienen una historia que los vincula directamente con uno de los personajes legendarios del mundo del buceo: Jacques-Yves Cousteau.
Emilio García González y María de los Ángeles Parra Salgado fueron invitados en 1959 a bordo del buque de investigación 'Calypso', una experiencia que aún recuerdan con claridad.
“Yo no sabía quién era Jacques-Yves Cousteau en ese momento. Yo traía una langosta grandota, la miró, le gustó y se la regalé. Fue en la isla del Ángel de la Guardia”, compartió el buzo retirado de 82 años.
García González señaló que comió y bebió con Jacques-Yves Cousteau, a quien describió como un hombre muy amable y preparado.
“Me dijo, ‘¿has buceado con tanque?’ y le dije que no. Me regaló una escafandra y me dijo, ‘esa te va a ser muy útil, es la novedad que traemos en el buceo’”, recordó.
Emilio detalló que 'Calypso', era una barcaza larga con todas las comodidades, lugar en el que intercambió experiencias con el oceanólogo entre tragos de whisky.
Una vida de experiencias
Otra experiencia que marcó la vida de Emilio fue un trágico accidente en 1968, en isla de Alcatraz, donde fallecieron dos de los cuatro pasajeros.
“En 1968 vinieron unos empresarios de Hermosillo a Bahía de Kino porque un piloto alemán-mexicano les iba a vender un avión. Despegaron en el aeropuerto, dieron la vuelta y cayó entre la isla de Alcatraz y la playa, vino Cruz Roja, Bomberos y no encontraban el avión, rescataron a los dos que pudieron salir, pero el avión no lo encontraban porque estaba muy revuelta el agua”, recordó.
Fue entonces cuando mandaron llamar a Emilio para sumergirse entre las aguas, pero, este se encontraba en la cárcel por conducir en estado de ebriedad.
“Yo venía de Hermosillo en el troque con hielo, en la garita me detuvieron y me echaron para atrás. Por órdenes del Gobernador hablaron para que me soltaran inmediatamente. Me llevó el comandante Katase en una patrulla de la comandancia norte hacia Bahía de Kino”.
García González, dijo que el jefe de la policía, Luken Aguilar, y el comandante Katase, conocían sus habilidades de buceo, por lo que él podría dar con el avión.
“Me dijo (Katase), 'bájate a ver, necesitamos que revises el avión'. Al tercer clavado lo encontré porque miré la mancha de aceite. Me fui siguiendo el aceite, se veía blanco con el agua tan sucia. Salí y les dije, ‘aquí están’. Y me dijo el comandante, 'el hueco del ala fíjate a ver si hay gente adentro’”.
El resultado fue desgarrador, Emilio encontró a dos hombres prensados, tenían casi 24 horas bajo el agua.
“El fierro del avión es muy duro, no le entra la segueta, entonces había dos barcos, los enganchamos y con ello sacamos el avión, estaba tan pesado que casi se voltean para levantarlo”.
La pareja, después de seis décadas de buceo, conservan algunas fotografías y videos de sus aventuras en la vida marítima de Bahía de Kino, entre ellos la escafandra obsequiada por Jacques-Yves Cousteau.