La larga historia del Mercado Municipal entrará en pausa con remodelación
Bajo el nombre de Mercado Municipal José María Pino Suárez, este recinto ha vivido 113 años de cambios y remodelaciones, y en los próximos 12 meses vivirá un episodio más de transformación.
El Mercado Municipal José María Pino Suárez es uno de los edificios históricos y forma parte importante en la vida de los hermosillenses, que se tendrán que despedir temporalmente de este sitio por el proceso de remodelación que iniciará pronto en este inmueble.
Ignacio Lagarda Lagarda, cronista municipal, relató la creación de este lugar y su importancia cultural.
Una larga historia
La construcción de este sitio, en el que cientos de comerciantes y sus familias se ganan la vida, inició en 1908 y abrió sus puertas el 15 de septiembre de 1910, y fue inaugurado como parte del programa de Centenario de la Independencia de México por Luis Emeterio Torres, gobernador del estado en ese momento.
Ubicado entre las calles Monterrey, Matamoros, Guerrero y Elías Calles, inicialmente el diseño no fue bien recibido por los hermosillenses, quienes buscaban un mercado más atractivo a la vista.
"El edificio tenía una forma cuadrada con puertas en cada esquina y una más en la mitad de cada uno de sus lados, con puertas y ventanas arqueadas", describió Lagarda.
Ante esta insatisfacción, se contrató a Manuel Millanes para encabezar una remodelación que incluyó la colocación de una fuente en el interior del mercado.
Sin embargo, en 1911, durante la Revolución, las obras se detuvieron, y no se reanudaron hasta 1912 con un préstamo del Banco Occidental por 60 mil pesos, donde el ingeniero Felipe Salido fue el encargado de finalizar el proyecto en 1913.
Desde se momento, el conocido Mercado Municipal #1 ha pasado por una serie de transformaciones, pero jamás ha dejado de ser uno de los destinos clave de los hermosillenses para comprar su despensa, comer un antojito o simplemente pasar el rato.
Estuvo en riesgo
El cronista explicó que a lo largo de su historia, el Mercado Municipal estuvo al borde de la demolición, pero en 2017 se sometió a otra remodelación, cuyo proceso tomó alrededor de tres meses y permitió que siguiera operando con normalidad.
A pesar de eso, con el paso de los años, el inmueble muestra desgaste, por lo que se tendrá que cerrar de nueva cuenta, en lo que se espera que sean trabajos de alrededor de un año.
Ignacio Lagarda Lagarda enfatizó en la importancia de preservar este patrimonio histórico de los hermosillenses, ya que sigue siendo una opción de compra esencial para muchas personas en la ciudad.
A medida que el mercado se embarca en su próxima etapa de remodelación, los comerciantes esperan con ansias su renacimiento con una visión restaurada y una identidad cultural preservada.