Julio César lleva su amor por la música a la calles de Hermosillo
Cubierto por la fría lluvia que se precipitaba en Hermosillo la tarde del viernes, Julio César López Orduño no se amedrentó, y llevó su amor por la música y pasión por el saxofón a las calles de la capital sonorense.
Entonando algunas piezas muy sonorenses, como 'Viva Tepupa' o 'La Yaquesita', además de 'Piel Canela' el estudiante de música en la Universidad de Sonora, plasmaba su arte a través de las notas musicales, a la vez que a través de las monedas que le obsequiaron los automovilistas obtenía el necesario sustento.
"Yo soy un estudiante de saxofón, la verdad es que lo hago hace poco, tengo con mi saxofón cerca de un año y medio, voy para dos años, soy un principiante pero pues me gustó mucho, siempre tuve la inquietud de aprender un instrumento musical y ahora estoy en la Universidad de Sonora, estudiando con el profesor de la orquesta de la Universidad”.
Una pasión
Más allá de la formación e instrucción que persigue en la Universidad de Sonora, manifestó sentirse feliz como artista callejero y llevar a los ciudadanos su gusto por el saxofón.
“Pues, me gusta ser un artista callejero, en mi casa ensayo pero no es la misma que compartirlo con el público, compartirlo con otras personas que tal vez no tienen acercamiento a la música en vivo”, comentó.
Al terminar cada pieza, de poco más de un minuto de duración, Julio Cesar respondía al llamado de los automovilistas para apoyarlo con unos minutos, después se tomaba una breve pausa y posteriormente iniciar una vez más con la rutina.
"Yo creo que va por un año, tenía como seis meses y me enfadé de estar ensayando en mi casa, siempre me ha gustado llamar la atención, que me vean, compartir lo que yo aprendo, me gusta el escenario la verdad, me gusta ser un artista callejero y pues lo hago con mucho gusto, y aparte me ganó unas moneditas que me sirven para sobrevivir y me pago mis estudios”, comentó.
Va por un saxofón nuevo
Además de sufragar sus estudios y alimentación, confesó que le gustaría hacerse de un saxofón nuevo, que le ayude a mejorar su presentación.
"Con esto me ayudó para pagar mi carrera, me estoy completando para comprar un saxofón bueno, ya que yo lo compre usado y es viejo, y pues también ahí para la renta, la comida y todos los gastos de uno, ahi sale poquito, pero sale, es un trabajo honesto y no es como estar robando, pues a mi me gusta, no lo veo igual que pedir limosna, porque la gente que me da lo da con gusto.”, precisó.
Dijo sentirse muy estimulado y agradecido cada vez que un automovilista lo llama para felicitarlo o darle palabras de apoyo.
“Eso me gusta a mi, el sentir el contacto con el otro, el poder llegarle a través de los odios a su sentimiento, a su corazón, no se, cambiarle el ánimo a una persona que tal vez va desanimado por su dia a dia, por su trabajo, por su cosas de la vida diaria y que los sacas de su burbuja y les muestras una canción que identifican o reconocen, y si les gusta, pues me pagan y al que no le gusta no me voltea a ver, no pasa nada, yo no estoy haciendo ningún mal, al contrario, intentó hacerle un bien a la gente, ponerla de buen humor”.