"La apicultura tiene el mismo valor que las otras actividades agropecuarias": Apison

El oficio de la apicultura te da un espacio para convivir con la naturaleza y a la vez saber que estás creando un producto para el consumo de la gente, comentó René Pavlovich.

HERMOSILLO, SON.- Cuando tenemos en nuestra mesa un buen frasco de miel no nos preguntamos cuál es la historia que viene detrás de este delicioso alimento. René Pavlovich, comentó que el oficio de la apicultura te da un espacio para convivir con la naturaleza y a la vez saber que estás creando un producto para el consumo de la gente.

El joven apicultor expresó que su acercamiento a la apicultura se dio desde muy joven por el negocio por parte de su familia, el cual fue fundado por su abuelo en 1962 con el nombre de Apícola Sonorense, pero en el 2002 este cambió a Apison por cuestiones comerciales.

El negocio empezó con mi abuelo y mi papá le siguió los pasos y crecer escuchando sus pláticas del monte y la evolución de las cajas durante el año me llamó la atención y terminó convenciéndome a seguir en esta profesión”, señaló.

Explicó que lo que los apicultores hacen es mantener a la colmena durante el año, cubriendo sus necesidades dependiendo de la época. Hay momentos para alimentarlas, curarlas, llevarles agua o limpiar el espacio donde se encuentran. Una vez que llega la floración de primavera, buscan que la colmena se encuentre en condiciones correctas para la primera cosecha del año.

Levantamos las alzas, que son las cajas que van arriba del núcleo de la colmena y contienen la miel, las cuales tienen la miel excedente y las traemos a la planta que está en Hermosillo. En la planta extractamos esa miel en unos tanques de centrífugas, de ahí pasa a un tanque de cimentación para que la miel repose y tenga su filtrado natural por medio de la decantación. Ya que esté bien filtrada, se pesa, se toma la humedad y color y se envasa en tambos que son los que terminan en una comercializadora de Estados Unidos”, destacó.

Asimismo, resaltó que la apicultura es una profesión que, a pesar de ser muy demandante, es muy bonita, porque se convive con la naturaleza y puedes ver los efectos de tu trabajo; cómo ayuda tanto en el campo donde estás, como a las personas con la miel y los demás productos de la colmena.

Como todo negocio tiene sus altas y bajas pero puedo decir que este trabajo ha mantenido a mi familia toda mi vida. El tratar con diferentes personas, de diferentes países es muy enriquecedor porque todas ellas están interesadas en el negocio, tienen diferentes puntos de vista y experiencias que al convivir con ellas, se comparten y se aplican”, subrayó.

Indicó que la pandemia los ha “afectado” positivamente, ya que los productos que manejan pueden ayudar a curar diferentes enfermedades y aliviar síntomas de la enfermedad por Covid-19.

Por último, recalcó que desea que se voltee a ver más a la apicultura, así como se ve a la ganadería en el Estado, ya que existe una gran comunidad apícola, la cual tiene el mismo valor que las otras actividades agropecuarias de Sonora, por lo que merecen la misma ayuda y reconocimiento.