María Dolores, una matriarca de 93 años y con una familia de más de 160 integrantes
HERMOSILLO, SON.- María Dolores Gaxiola Gándara, a sus 93 años de edad se siente feliz, y su sonrisa refleja la satisfacción de haber cumplido su rol de madre y gozar hoy el gran cariño que le profesa su numerosa descendencia que, entre hijos, nietos y bisnietos, asciende a 164 familiares.
Lolita, como cariñosamente la llaman sus amigos y familiares, nació un 6 marzo de 1924, y a la edad 20 años contrajo matrimonio con Don Jesús Salvador Larios Ibarra, un 2 de octubre de 1944.
Como resultado de esta unión, procrearon 12 hijos: 7 mujeres y 5 hombres, todos se encuentran vivos, y actualmente la familia de Lolita está integrada por 58 nietos, 54 bisnietos y 31 nietos casados.
Incluidas las esposas/os de sus hijos, así como las nueras y yernos de sus nietos serían 169, pero fallecieron cinco personas, entre las que se encuentra su esposo, quien murió el 31 de diciembre de 2006.
Doña Lolita, de rostro amable y sonrisa auténtica, como madre fue tolerante pero ex igente , y esta tarea no la tuvo fácil, porque también tuvo que trabajar para contribuir en la economía de su hogar y sacar adelante a su familia.
Trabajadora y de mucha fe
“Mi madre es una mujer de mucha fe, católica y eso marcó su carácter y su fortaleza. Sobre todo a finales de los años 40, cuando ya tenía algunos hijos y mi papá constantemente se quedaba sin trabajo por participar y ser fundador de un partido político que recién llegaba a Sonora y era opositor al sistema, el Partido Acción Nacional”, platicó su hija Luz del Carmen.
Detalla que su papá llegaba a casa y Doña Lolita, al ver su expresión le decía: “Larios.... ya te quedaste sin trabajo otra vez”.
“Mi madre siempre lo animaba y le decía que pronto encontraría otro (trabajo) y no se preocupara porque ella seguiría cosiendo ropa para el sostenimiento del hogar”.
Incluso le decía que llamaría a Betina, esposa de Don Gustavo Mazón para confeccionarle los vestidos de sus hijas Kity, Patricia y Elsa Gloría, a quienes con regularidad les hacía hermosos vestidos de noche con diseños de su inspiración.
“Mi madre siempre recuerda esa etapa de su vida con agradecimiento y cariño para esa familia que les ayudó cuando más lo necesitaban”.
Luz del Carmen consideró que en esa época había represión política, muy diferente a la democracia actual.
Doña Lolita se siente feliz por su gran familia de más de 160 integrantes.
Del hogar a modista, universitaria y política
Doña Lotita, con gran dedicación atendió a sus hijos, confeccionaba vestidos con diseños exclusivos y, ya casada, tuvo la dicha de pisar las aulas de la carrera de ingeniería química de la Universidad de Sonora, hasta donde logró cursar el quinto semestre, luego de haber estudiado por las noches la preparatoria en el Colegio de Sonora.
A principios de los años 40, Lolita fue la primer mujer que se registró como militante en el Partido Acción Nacional en Sonora, en donde, por muchos años tuvo oportunidad de trabajar y realizar algunas encomiendas políticas.
Su última colaboración fue en la dirigencia municipal, en donde se desempeñó como oficial mayor. Gracias a su gusto por esta actividad, señala que llegó un día emocionada, muy decidida y le dijo asu esposo: “Me voy a lanzar de diputada Larios”, a lo que su marido le contestó: “lánzate… pero al abismo María Dolores”, cuentan entre carcajadas sus hijas Luz del Carmen y Rossana.
Su esposo fue diputado federal y también legislador local, fue el primer presidente de oposición del Congreso del Estado, siendo gobernador Manlio Fabio Beltrones Rivera.
Entre panistas y priistas
En la familia de Doña Lolita prevalece antes que todo el cariño entre sus integrantes y el respeto a las preferencias políticas.
Don César Gándara era su primo hermano y mantuvieron una relación fraternal que aún prevalece con el senador priista Ernesto Gándara, sus hermanos Martín, César, Marcela, Patricia, Lucía e Inés.
De igual forma con Javier Gándara Magaña, su esposa Marcela y sus hijas, quienes son panistas.
Las fiestas familiares
Más de 100 familiares se reúnen en fechas especiales en la casa de Doña Lolita, ubicada en las faldas del Cerro de la Campana, aunque la casa es espaciosa y muy agradable, en ocasiones deciden salir y cerrar, con el debido permiso, la calle Mina para disfrutar estos encuentros.
Estos festejos los realizan el 6 de marzo con motivo de su cumpleaños, el 25 de diciembre, el 6 de enero y el Día de las Madres, en donde cada familia llega con platillos, postres y bebidas.
EXP/MIM/RG/MAY/2017
