"El cáncer no respeta a nadie", la reflexión de la sor María de Lourdes
Solo tres meses de no realizarse una autoexploración fueron suficientes para que la sor María de Lourdes hallara un abultamiento que posteriormente desencadenó en un diagnóstico de cáncer de mama, batalla que enfrentó con fe.
Hace un año, sor María de Lourdes García Ruiz, una devota religiosa de 61 años que actualmente reside en Hermosillo, vivió un giro drástico en su vida cuando se percató de un abultamiento en uno de sus senos, el cual, más tarde fue diagnosticado como cáncer de mama.
Esta experiencia la llevó a comprender la importancia de la autoexploración, puesto que en tres meses de no realizárselo, este apareció.
"Me di cuenta porque me toqué, es lo más importante, que uno tome como una rutina revisarse", enfatizó la superiora general de la congregación Hijas del Sagrado Corazón de Jesús.
Compartió que al inicio, enfrentó las dudas y preguntas que todos los seres humanos tienen al recibir un diagnóstico de cáncer. "¿Por qué me está pasando a mí?", “¿Por qué en estos momentos?”.
Encontró fortaleza en su fe
“Para mí ha sido muy importante el comunicarme con él, platicar lo que sentía, a lo mejor no podía tener muchos momentos de oración porque no me sentía bien, pero cuando uno está enfermo, Dios comprende perfectamente”.
María de Lourdes subrayó la imparcialidad de esta enfermedad, puesto que dijo que ésta no respeta a nadie, ni casadas, ni solteras, ni religiosas, la enfermedad afecta a todos por igual.
“Debemos autoexplorarnos, hacerlo parte de nuestra rutina, no basta con acudir al médico una vez al año, entre más rápido lo detectemos incrementa la posibilidad de curarnos”.
Actualmente, se encuentra libre de dicha enfermedad, pero acude al médico cada cuatro meses para revisiones y tratamientos de rehabilitación.
Finalmente, agradeció a los médicos que la atendieron, así como a las personas que estuvieron a su lado durante esta dura batalla, pues su apoyo hizo una diferencia importante.