Carlos Slim, Larrea y ejecutivos de Televisa fueron espiados con 'Pegasus'
Empresarios y periodistas de renombre resaltan entre las personas espiadas con el software el sexenio pasado.
Según información difundida por el portal de noticias Aristegui, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, prominentes empresarios mexicanos como Carlos Slim y Germán Larrea, así como directivos de Televisa, fueron objeto de espionaje mediante el software de inteligencia 'Pegasus'. Además, se señala que periodistas de renombre, entre ellos Carmen Aristegui, Jenaro Villamil, Carlos Loret, Héctor de Mauleón y Pedro Ferriz de Con, también estuvieron en la lista de mil 500 objetivos espiados.
El testigo protegido 'Zeus' afirmó en el inicio del juicio oral contra Juan Carlos 'N', acusado de ser operador del software espía para la empresa KBH Aplied Technologies Group, que la intervención se originó desde las oficinas de dicha compañía. KBH fungió como una red de empresas fantasma utilizada para comercializar en México el programa propiedad de la firma israelí NSO Group.
Juan Carlos 'N', quien hoy enfrenta acusaciones, ocupó el cargo de Director de Tecnología en la empresa Proyectos y Diseños VME. Esta compañía vendió el software Pegasus, sus licencias y actualizaciones, al extinto Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (Cisen), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la antigua Procuraduría General de la República, hoy Fiscalía. Estas transacciones están respaldadas con facturas, según la investigación.
'Chivo expiatorio'
Los abogados de Juan Carlos 'N' han manifestado que su cliente es un 'chivo expiatorio' y han cuestionado la certeza tecnológica de la supuesta intervención. Argumentan que no hay cadena de custodia sobre el teléfono celular que se presume fue intervenido y que no existe evidencia de que Juan Carlos haya participado en la intervención de comunicaciones.
El caso, que data desde 2017 cuando Carmen Aristegui y otros comunicadores presentaron denuncias ante la Fiscalía General de la República (FGR) por intervención de llamadas sin autorización judicial, ha vuelto a cobrar relevancia con el desarrollo del juicio.