A 168 años del cruce fronterizo de los últimos filibusteros que atacarían Sonora
El 25 de marzo de 1857, el contingente de los últimos filibusteros que atacarían Sonora cruzó la frontera por Sonoyta para dirigirse a Caborca.
Este martes se cumplen 168 años desde el cruce fronterizo del contingente de los últimos filibusteros que atacarían una parte de Sonora.
Henry Alexander Crabb, al frente de un grupo compuesto por alrededor de 60 personas, cruzó el 25 de marzo de 1857 la frontera en Sonoyta con rumbo a Caborca, con el fin de asentarse en un territorio que planeaba quitarle a México y anexarlo a Estados Unidos para ponerlo al servicio de los estados esclavistas norteamericanos.
"En Estados Unidos había una polarización al interior que pocos años después desataría la Guerra Civil americana y que tenía que ver con este tema: el esclavismo", explicó el historiador Joaquín Robles Linares en la sección 'Sonora en el Tiempo' del noticiero 'Expreso 24/7' con Marcelo Beyliss.
En esa época, el esclavismo tenía una connotación económica en Estados Unidos: los estados del sur se apoderaron de la mano de obra, impidiendo el desarrollo económico e industrial de los estados del norte del país, lo que desencadenaría la Guerra de Secesión.
Henry Alexander Crabb
En ese contexto, Crabb era una figura arquetípica de mediados del siglo XIX al ser un abogado ilustrado, protestante, conservador, esclavista y estar apegado a los ideales de la expansión norteamericana. Tenía, además, una importante carrera política, al igual que su padre, y había contendido por una senaduría estatal.
"Crabb ya había tenido incursiones en México, había estado cerca de Sonora, había presenciado la Guerra de Reforma y había estado en contacto con las autoridades sonorenses en la época para colonizar partes de Sonora", detalló Robles Linares.
Aunado a esto, el abogado estadounidense se casó con una mujer hermosillense de nombre Filomena Ainza, integrante de una familia de origen español que tenía gran influencia en la época debido a que eran importantes comerciantes. Henry Alexander Crabb obtiene importantes contactos junto al padre de su esposa, y sostiene comunicación con el gobernador Ignacio Pesqueira para establecer la manera en la que se asentarían en territorio sonorense.
Es entonces cuando Crabb reúne a un importante grupo de personas, integrado por médicos, abogados, ingenieros y demás hombres ilustres; los convence de emprender un viaje a Sonora para apoderarse de tierra para anexarla a otros estados esclavistas.
"Este era el discurso de Crabb y esta era la oferta que cautivó a más de 60 norteamericanos, (a quienes) además les presumía las relaciones que tenían en Sonora él y su suegro", rememoró el historiador.
Interés sonorense
Por su parte, las autoridades sonorenses buscaban apoyo económico y militar para la Guerra de Reforma que estaba a punto de estallar, por lo que inicialmente el gobernador accedió a los planes colonizadores de Crabb; sin embargo, Ignacio Pesqueira negó el trato de último momento.
A pesar de ello, el contingente de filibusteros cruzó la frontera de Sonoyta y avanzó hacia Caborca, lo que daría inicio a las batallas el 1 de abril que culminarían el 6 de abril con la muerte de los invasores.
"La condición expansionista de Estados Unidos no parará, evidentemente hasta la fecha, con el fusilamiento de Crabb. Sonora es el estado de la República que más ataques tuvo e intenciones de separarlo del país; tuvo una cantidad enorme de ataques filibusteros", principalmente por su fama mundial de ser un estado muy rico en minería, además de su condición de lejanía, ideal para la separación. Asimismo, este fenómeno se relaciona directamente con la anexión de Texas a Estados Unidos, celebrada recién en 1845.
Regresa el expansionismo
En la actualidad, el expansionismo norteamericano está resucitando, de acuerdo con Robles Linares, debido al cambio en la política norteamericana con el régimen actual de Donald Trump.
"Ya no se sienten aliados de Europa. Hay condiciones que empiezan a modificarse y las ambiciones expansionistas de Estados Unidos las estamos viendo, por ejemplo, en Groenlandia, en el canal de Panamá y Canadá", lo cual, añadió, tiene tintes que remiten al siglo XIX, cuando la intención no solo era expandirse, sino obtener el control y la hegemonía de todo el continente, y después de otras partes del mundo.
Mientras que el fin de esta intervención es conocida en Sonora como la 'Invasión filibustera de Caborca del 6 de abril', en la historiografía norteamerica es llamada 'La masacre de Crabb', distinción que refuerza la discordancia entre la visión estadounidense de la historia y los componentes nacionalistas de México.