Baja presión se convertiría en ciclón tropical en las próximas horas

Colaboración clave entre SMN y NHC para pronóstico de ciclón tropical

El Servicio Meteorológico Nacional de México y el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos monitorean el Atlántico y Pacífico. Cuatro zonas de baja presión tienen potencial de desarrollo ciclónico.

Una de estas zonas se encuentra sobre las Antillas Mayores y las Bahamas, con 60% de probabilidad de desarrollo. Las otras tres están en el Pacífico, cerca de la Península de Baja California, Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán.

La más preocupante, identificada como EP94, tiene 90% de probabilidad de convertirse en ciclón tropical. Esta zona se encuentra a unos 495 km al sur de Punta San Telmo, Michoacán.

Formación del ciclón tropical Carlotta

Si EP94 evoluciona, se llamará Carlotta, el tercer ciclón de la temporada 2024 en el Pacífico. Aletta y Bud fueron los primeros, pero se disiparon en altamar.

El SMN pronostica que Carlotta podría formarse entre el 30 y 31 de julio. El NHC también espera que se convierta en depresión tropical en los próximos dos días.

La actividad de lluvias y tormentas ha aumentado alrededor de EP94. Los datos satelitales muestran condiciones propicias para su desarrollo.

Carlotta causaría lluvias intensas en Colima, Michoacán, Guerrero y Oaxaca. También provocaría oleaje de 1 a 2 metros y vientos de 40 a 60 km/h en el Pacífico Mexicano.

Temporada de ciclones 2024 en el Atlántico y Pacífico

La temporada de ciclones tropicales 2024 en el Atlántico empezó el 1 de junio y termina el 30 de noviembre. Se esperan entre 20 y 23 sistemas; hasta ahora, se han desarrollado Alberto, Beryl y Chris.

En el Pacífico, la temporada 2024 comenzó el 15 de mayo y también termina el 30 de noviembre. Se pronostican de 15 a 18 ciclones tropicales; hasta ahora, se han formado Aletta y Bud.

El seguimiento de estos fenómenos es crucial para la prevención y preparación. Las autoridades y la población deben mantenerse informados sobre los pronósticos y avisos meteorológicos.

La coordinación entre el SMN y el NHC es fundamental para monitorear estos sistemas. La colaboración permite una mejor respuesta ante posibles impactos en las costas mexicanas y estadounidenses.