Investigadores estudian novedoso procedimiento para curar la diabetes tipo 1

Una mujer china comenzó a producir su propia insulina dos y medio meses después de que recibió un trasplante de células extraídas de su organismo.

La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune que ocurre cuando el sistema inmunitario ataca y destruye las células beta del páncreas, responsables de producir insulina. Esta hormona permite que la glucosa en sangre sea absorbida por las células y convertida en energía. Sin insulina, los pacientes deben depender de inyecciones diarias para mantener sus niveles de glucosa controlados y sobrevivir

María Teresa Tusié Luna, investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, destacó la diferencia con la diabetes tipo 2, que afecta principalmente a adultos mayores y se debe tanto a una producción insuficiente de insulina como a la resistencia de las células a esta hormona. En México, se estima que 15 millones de personas padecen diabetes, de las cuales más del 90 por ciento tienen el tipo 2. La prevalencia de esta enfermedad sigue en aumento y se prevé que para 2050 se duplique el número de afectados

Un reciente avance científico, publicado en la revista Cell, ha abierto nuevas perspectivas en el tratamiento de la diabetes tipo 1. Un equipo de la Universidad de Pekín, liderado por Deng Hongkui, logró que una mujer china de 25 años, diagnosticada con diabetes tipo 1 desde los 14 años, comenzara a producir su propia insulina después de recibir un trasplante de células madre derivadas de su propio tejido adiposo

El procedimiento consistió en extraer células de su tejido graso, desprogramarlas y reprogramarlas como células madre pluripotentes inducidas, las cuales se diferenciaron en células de los islotes de Langerhans. Estas células, productoras de insulina, se trasplantaron al tejido subcutáneo del abdomen de la paciente, donde comenzaron a funcionar de manera efectiva y a regular sus niveles de glucosa

A lo largo de un año, la paciente ha podido prescindir de insulina exógena, un hito histórico en el tratamiento de la enfermedad. No obstante, Tusié Luna enfatizó que se trata de un caso aislado, y que la reprogramación celular es un proceso altamente complejo. “Cada paciente tiene una composición única de células en su tejido adiposo, lo que podría afectar la eficacia del procedimiento”, explicó.

¿Cómo funciona?

El tratamiento se enfoca en reprogramar células madre para que se conviertan en células especializadas que puedan producir insulina. Aunque los resultados son prometedores, la variabilidad individual entre pacientes podría influir en la reprogramación y diferenciación celular, un desafío que la ciencia debe estudiar con mayor profundidad. 

Si bien el procedimiento representa un gran avance para la diabetes tipo 1, su aplicación en pacientes con diabetes tipo 2 sería limitada. “Aunque las nuevas células beta podrían producir insulina, la resistencia de las células del organismo a esta hormona seguiría siendo un problema”, señaló la investigadora. Esto significaría que el organismo exigiría una mayor producción de insulina, lo que podría llevar al desgaste prematuro de las células trasplantadas

Tusié Luna advirtió que, en el caso de la diabetes tipo 2, podrían requerirse múltiples trasplantes y que el procedimiento no resolvería la causa subyacente de la enfermedad. “Es fundamental no generar falsas expectativas, ya que aún estamos lejos de una cura definitiva para la diabetes tipo 2”, afirmó.  

La investigadora destacó la importancia de continuar apoyando la investigación científica. “El proceso de desprogramación y reprogramación celular debe ser comprendido en su totalidad antes de que pueda aplicarse de manera generalizada. Aún hay mucho por estudiar respecto a las variaciones entre pacientes y las implicaciones a largo plazo del tratamiento”, señaló. 

Los resultados del tratamiento de la paciente china han sido monitoreados de cerca para detectar posibles signos de rechazo o inflamación, un factor clave para determinar su viabilidad a largo plazo. Hasta ahora, no se han registrado complicaciones graves, lo que aumenta la esperanza en este tipo de terapias. 

Aunque aún se encuentra en etapas experimentales, el procedimiento ofrece una nueva esperanza para los pacientes con diabetes tipo 1, quienes dependen de un tratamiento constante para manejar su enfermedad. “Es un camino prometedor, pero debemos abordarlo con prudencia y con un compromiso firme con la investigación y el rigor científico”, concluyó Tusié Luna. 

El procedimiento consistió en extraer células de su tejido graso, desprogramarlas y reprogramarlas como células madre pluripotentes inducidas, las cuales se diferenciaron en células de los islotes de Langerhans. Estas células, productoras de insulina, se trasplantaron al tejido subcutáneo del abdomen de la paciente, donde comenzaron a funcionar de manera efectiva y a regular sus niveles de glucosa.”

María Teresa Tusié Luna, Investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM.